Concurso Cervantes 7ª Semana

Hola, mi nombre es Sebastião Ribeiro Salgado, actualmente soy fotógrafo sociodocumental, descubrí que era mi verdadera vocación tarde o quizás no tarde, en su momento, pues así obra Dios, de manera justa y precisa. Yo empecé estudiando derecho en un principio, luego pude notar que no era lo mío, posteriormente estudie economía en una prestigiosa universidad de mi país, posteriormente viaje al exterior, a continuar con mis estudios con un máster y doctorado que no solo enaltecía mi ego, si no el de mis padres y las paredes de mi casa.

Quiero contar, un poco de mi historia, de eso que no se ve en mi biografía en wikipedia.

Vengo de una familia numerosa y bien posicionada, era el único varón con siete hermanas a mi cabeza, mi padre era un terrateniente. Mi infancia fue como la de cualquier otro, bastante buena a decir verdad, frecuentemente jugaba con los animales de la granja de mi padre, era realmente divertido, tenía una nona, se llamaba luz, ella era diferente a mí, su rostro y color era diferente a los míos, pero ella me quería mucho, puedo decir que ella se encargó de mi crianza y la de mis hermanas, me apoyaba en todo, jugaba conmigo, era mi confidente. Con el pasar del tiempo, obviamente fui creciendo, y fue que me topé con una cruda realidad que yo desconocía.

Resulta que hay algo llamado “tráfico de personas”, es donde personas con más poder usan a otras para su compra y venta para ser usados con algún fin, este mercado tiene muchos años en funcionamiento, y mi querida Luz fue producto de esto, ella junto con otros centenares de personas fueron trasladados hasta mi país para natal trabajar a las personas con cierta jerarquía dentro del sistema.

Cuando caí en cuenta de lo que sucedía, cuando iba a las casas de los amigos de mi padre y podía observar que los rasgos físicos de las personas que laboraban allí eran muy similares a los de Luz, quede completamente confundido e indignado.
Empecé a buscar información al respecto, quise indagar cuanto fuese posible, a hacerle preguntas a Luz, ella me evadía, pero no la dejaba tranquila, quería saber bajo qué circunstancias llego a mi casa, pues de verdad era muy especial para mí, le hice preguntas a mi padre, el solo me dijo que necesitaba mano de obra y que estaba pensando en la economía en su momento, pero que sin embargo pretendía darle una vida más digna que la que podían tener en su país de origen. Y él tenía razón, no sé cómo sería el trato en otras casas, pero siempre se me inculco respeto hacia Luz, tenía un día libre para ella sola, comía bien, todo relativamente normal, sentí gran alivio al saber que su estadía en casa fue para mejora.

Yo seguía insistiéndole a Luz día y noche, hasta que se cansó de mi creo y decidió contarme todo: ella estaba un día en su caserío, un día como cualquier otro, cuando de pronto escucha personas gritando, y empieza a ver gente correr, eran los “malos” que venían al asecho, corrió lo más que pudo para tratar de esconderse, pero sus esfuerzos eran en vano, ya la tenían, grito y suplico que no se la llevaran que su madre estaba muy enferma y necesitaba cuidado, ellos hicieron caso omiso a eso, entre su desespero llego a mirar a su madre a lo lejos, y le prometió entre sollozos que ella volvería y la buscaría, pero eso nunca sucedió… su madre era madre soltera, eran siete hermanas y un varón, cosa que ya se me hacía conocida. Para ese momento ya se habían llevado a sus dos hermanos mayores, y ella siempre le tuvo temor a que le sucediera a ella. Mientras me contaba todo, se le nublo la mirada y veía como poco a poco se entristecía su alma con cada palabra.

El saber todo esto, me dejo un vacío, vacío que pretendía llenar con auxilio, con ayuda a esas personas que viven en esa condición, sin rumbo fijo, donde no son dueños de su propia vida, donde carecen de comida, agua, o una cobija para cubrirse de frío en las noches oscuras.

Yo le hice la promesa que buscaría a su madre, y la traería con ella de vuelta, ella sonrió, y me dijo que tenía un alma muy noble y bondadosa, pero que eso no sería posible, que probablemente su madre ya no debe existir.

Creo que este fue mi punto de partida para saber lo que realmente quería hacer, no solo me movía los temas sociales de mi país, o la época de militancia política de mi época, era esto, era LUZ.

Después de ese episodio, mis pensamientos no volvieron a ser los mimos, pero mi vida continuó me gradué y me fui a París a continuar con mis estudios y luego formar mi familia. Una mañana desperté junto a mi esposa, y decidí que había llegado el momento, era momento de cumplir mi promesa, vendimos todos y empecé a trabajar para una empresa muy reconocida, donde di mis primeros pasos en el mundo de la fotografía, finalmente llego mi oportunidad, un viaje a África que no solo cambio mi vida, cambio la tuya también.

Yo no quería que fuesen fotografías al azar, quería contar una historia y encontrar a su vez a mi protagonista, dure dos meses y once días para llegar a ella, estaba tan emocionado y triste que solo logre crear un conflicto interno dentro de mí, pero allí estaba ella, tan desvalida y desesperanzada, con ese rostro de lucha y de derrota, pero era tal cual como supuse que seria, se trata de Lya, la mama de mi Luz.

Fuente

Lastimosamente no pude cumplir mi promesa, pues ese mismo día, a las 3:23 pm murió, solo me quedo la satisfacción de que lo intente y al menos pude conocer a la protagonista de mi historia.

Mi trabajo no busca aprobación o desaprobación, solo busca conciencia.

Concurso patrocinado por el witness @cervantes. No te olvides de votarlo en la siguiente página: http://www.steemit.com/~witnesses