Existen momentos en los videojuegos donde todo gamer puede sentir felicidad, satisfacción e incluso miedo, pero una de las cosas que siempre nos encontraremos es la frustración, esa rabia que nos da en ciertas misiones o niveles que nos incomodan suele pasar constantemente en muchos de ellos.

Esa sensación de no querer pasar ese nivel o simplemente exterminar a ese NPC (non-player character) que nos estorba debido a su pésima inteligencia son una de las principales causas que ocasionan una enorme frustración, haciendo poner en prueba nuestra paciencia y tolerancia hacia el videojuego.

Existen muchos momentos los cuales nuestra frustración puede elevarse a un nivel incontrolable, es por tal motivo que colocaré algunos de ellos, recuerda que esta es una opinión personal y puede variar dependiendo de cada experiencia, el objetivo es sentirse identificado con alguno de ellos, pero estoy seguro de que compartirás la misma frustración.

Siempre que seamos libres en un videojuego podemos hacer lo que queramos, esa sensación de libertad es simplemente gratificante, pero, ¿qué sucede cuando de un momento a otro estamos limitados a proteger a un NPC? Es un momento que se puede convertir en un infierno, no tanto por como jugamos, más bien por la pobre inteligencia artificial de nuestro compañero.

En ocasiones simplemente no entendemos lo que hace, inclusive puede quedarse caminando sin sentido en la esquina de una pared o peor un, colocarse en toda la línea de fuego estilo kamikaze, obviamente al ser abatido fracasamos en la misión, haciendo que la repitamos una y otra vez.

Una de las misiones que más me frustraron de este estilo fue en el juego GoldenEye 007, donde hay que proteger a Natalia mientras introduce códigos en la computadora, parecía un imán de balas, ni se preocupaba en cubrirse, además si por accidente llegaba a explotar la computadora que tenía enfrente moría, una misión que no me gustaría volver a repetir.

Cuando jugamos por primera vez cualquier videojuego nos gusta saber todo acerca de su historia, siempre estaremos atento a cualquier cinemática que nos ayude a comprender todo lo que pasa, sin embargo, cuando ya pasamos el videojuego y deseamos exprimirlo al 100% es algo que ya no nos interesa, queremos es quitar esa escena para continuar.

Es en ese momento que nos damos cuenta que dicha escena no se puede saltar, si dura más de 10 min es un tiempo que no podemos recuperar. Peor es cuando existe un punto de guardado, viene una escena, acto seguido un jefe muy difícil, nos mata y al cargar la partida debemos ver la escena una y otra vez, es simplemente un momento muy frustrante que a muchos nos ha pasado.

Esto es algo que viene desde la vieja escuela, son muchos los juegos que aplican esta técnica, pero en ocasiones resulta muy frustrante, ¿No te ha pasado que matas demasiados enemigos y pareciera nunca terminar? Si el videojuego tuviera un contador de enemigos de seguro sería más de 300 en ese momento, llegando al punto de no entender que debemos hacer.

La solución, correr como un loco al otro extremo para que los enemigos no aparezcan más, es en ese momento cuando piensas en la cantidad de municiones, recursos y tiempo que consumiste matando de manera infinita a los enemigos. Me recuerda una de las misiones de Call of Duty: World at War donde quedé más de 2 horas eliminando enemigos, moría una y otra vez y solo debía avanzar estilo Rambo para terminar la misión.

La variedad de ecosistemas dentro de un videojuego siempre la considero importante, pero esto no hace que los niveles acuáticos sean uno de los más frustrantes dentro de los videojuegos. Nuestro personaje se vuelve lento, no podemos movernos con la misma libertad y lo peor es que en la mayoría de veces tenemos un límite de tiempo, si tardamos demasiado morimos ahogados.

Esa sensación de que los controles no responden como quisiéramos, tener que jugar con una precaución extrema y ver como muere nuestro personaje nos causa una frustración sin límites, haciendo que repitamos muchas veces el nivel, es algo horrible, pero necesario en los videojuegos.

Me viene a la mente el nivel acuático de Teenage Mutant Ninja Turtles donde existían unas algas que de la manera más injusta me hacían daño, a eso le adiciono el hecho que la tortuga tenía un tiempo límite para estar en el agua, sin duda alguna uno de los niveles que más frustración tuve con la NES.