No hay más justificaciones.

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Que si las lesiones, que si la imposibilidad de jugar por izquierda, que si su adaptación por derecha, etc., etc., etc... Han sido muchos los análisis respecto a por qué Bale se ha caracterizado por un rendimiento tan intermitente desde su llegada al Bernabeu. Sin embargo, a día de hoy sigue sin existir una respuesta clara a esa interrogante, y la paciencia parece haberse agotado tanto en Florentino Pérez, como en Zinedine Zidane.

Y es que el ex Tottenham ha dejado de ser indiscutible para el DT francés, quedando atrás aquellos tiempos en los que la BBC (Bale, Benzema, Cristiano) era inamovible. CR7 es el único que sigue con esa condición en la actualidad (siempre que se encuentra en plenitud de condiciones, claro está), ya que su rendimiento rara vez escasea y lo más importante: Su ímpetu por marcar la diferencia en cada encuentro siempre está presente, cuestión en la que los otros dos integrantes del planteamiento ofensivo se quedan lejos en comparación con el portugués.

En este sentido, la situación de Bale y Benzema es bastante inconveniente, tanto para ellos mismos, como para el equipo en general. El Madrid pasó por una sequía goleadora de la que eventualmente sólo ha podido salir mediante las alternativas que le brinda la banca: Marco Asensio, Isco, Lucas Vázquez, etc. Ello deja en evidencia a estos dos jugadores, que guardan un estatus y que según él, deberían ser determinantes en los intereses del equipo merengue.

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Un delantero vive de los goles, y por ello no se puede tratar la situación de Benzema como una excepción. Si bien no se niega la posibilidad de que al francés le falte ser más incisivo, lo intenta. A pesar de las malas rachas goleadoras por las que pueda pasar, pocas veces se le ve que no participe en la elaboración de juego y en la creación de oportunidades de peligro, muchas de las cuales, por un aspecto más de mala suerte que de otra cosa, no ha podido concretar.

Pero ese no es el caso de Bale. Al galés se le ha llegado a ver apático, con falta de interés y desenfocado. Sin lugar a dudas atraviesa por un mal momento anímico, el cual necesariamente deriva del poco protagonismo que ha tenido esta temporada: 35,5% de los minutos posibles (1.342 de 3.780), y que lógicamente influye sobre su desempeño en el terreno de juego en temas como malas decisiones, egoísmo con el balón, errores al ejecutar pases, etc.

Ante éste escenario, el portal deportivo http://fichajes.net ya incluso adelanta hasta tres nombres que eventualmente podrían sustituir al británico de cara al venidero mercado de verano. Estos son:

• Raheem Sterling (23, Manchester City).

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• Pione Sisto (23, Celta de Vigo).

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• Christian Pulisic (19, Borussia Dortmund).

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Zidane sin duda ha roto esa política de fichajes estelares dentro del Real Madrid. Si bien aún se sigue manejando, se ha creado un espacio para los jugadores con proyección a futuro y estos nombres encajarían de forma indiscutible en este nuevo paradigma dentro del equipo blanco.

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