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En este inicio de año al mirar hacia atrás y analizar todas las experiencias vividas durante el año 2018, y realizar una retrospectiva, solo les puedo decir que fue uno de los años más difíciles de mi vida. La angustia, la zozobra y la desesperanza, invadieron mi alma en múltiple ocasiones y reconozco, que en algunos de esos momentos, llegue a sentí que era más fácil darme por vencida. Sin embargo, en cada uno de esos momentos siempre estaba allí mi amada familia y sobre todo mis hijas, esos pequeños angelitos que me presto la vida, para que se convirtieran en el Motor de mi Vida y la Razón de mi existencia. Esas maravillosas personitas, que con sus sonrisas y ocurrencias día a día llenan de alegría mí corazón. De sus miradas llenas de esperanza y alegría se alimenta y fortalecen mi espíritu, y me confieren las fuerzas necesarias para seguir adelante, y luchar contra todas las adversidades. Personalmente, mi propósito de vida, para este nuevo año, lo orientaré principalmente, a trabajar por ser cada día un mejor ser humano, para ellas. Sé que no soy perfecta, pero dentro de mi imperfección, las amo profundamente y me esfuerzo por ser la madre que ellas necesitan y se merecen. Solo ruego a Dios, en su infinita misericordia, me conceda el tiempo necesario para verlas crecer y poder ser ese apoyo, que les permita llegar a convertirse en mujeres fuertes, independientes, inteligentes, hermosas y sobre todo dueñas de su propio destino.

Siendo justa debo reconocer que no todas las experiencias vividas durante el 2018 fueron desagradables. En primer lugar, los tiempos difíciles me permitieron ratificar el inmenso amor que le tengo a mi familia. Y en segundo lugar, a pesar de los problemas y vicisitudes, también, disfrutamos de muchas vivencias hermosas en familia, momentos inolvidables que atesorare en mi corazón. No sé, qué nos depara este nuevo año que recién inicia, y estoy consciente en que no será fácil, sin embargo, confío en Dios, en que con este nuevo año, tenemos 365 día nuevos oportunidades, para iniciar el proceso de renacimiento como ciudadanos, como nación, para así, volver a ser ese pueblo, prospero, solidario y trabajador, que fuimos unos años atrás. No será fácil, lo sé, ni será de la noche a la mañana, pero, me niego a perder las esperanzas de que en un tiempo cercano, mi querida Venezuela, sanara y volverá a brillar con luz propia. Solo me resta desearles a todo, que cada uno de los días de este nuevo año este lleno de alegría, que en sus almas y corazones nunca les falte el amor, la esperanza y en sus cuerpos la salud. Y finalmente, deseo que en cada uno de sus hogares, reine la armonía y la prosperidad.

El contenido y las fotografías son de mi autoría y fue publicado previamente en WEKU

Las fotografías fueron tomadas utilizando una cámara Pentax *istDL, lente Pentax 18-55 e iluminación natural.

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