Les anuncio que este fin de semana

estaré inactivo en la red porque viajaré a Maracay (ciudad venezolana) con unos amigos a desligarme un poco del caos citadino que se vive en la capital venezolana (otra vez). Ahora les cuento, ¿por qué es difícil para mí volver a esta ciudad?. Sus olores, canciones, gente, tráfico y circunstancias me disparan inmediatamente a una época de amores en la que fui muy feliz, o eso pensé, pero que ahora (desde hace unos años realmente) ya no existe.

En vista de este viaje y las distintas diligencias que estaremos haciendo, no haré más que postear de vez en cuando a ciertas horas de la noche (en Venezuela), trataré de curar algunos contenidos y leer lo más que pueda pero no prometo nada :/. Solo prometo llegar el lunes con más blogs del viaje y "aventuras", espero, que contar.

Maracay people

Maracay, Plaza Bolívar.

Probablemente mi historia no es especial, no se aleja de algún drama amoroso común y no tan trágico como me lo construyo, pero impacta muchísimo en mi sensibilidad acerca del amor y las relaciones.

En fin, ayer cuando me enteré del spanishchallenge número 16, la foto me disparó directamente al último encuentro, a la última escena: Al génesis del final. No solo por la escena romántica sino las siluetas y los colores de la misma escena, todo fue muy familiar. Tranquilos (por si les importa, no quiero hacer un drama de esto), poco a poco sigo luchando contra estas ideas y fantasmas que agobian mis vivencias presentes. Ganadores Sc número 15 y SC número 16.

Mi entrada al SC # 16

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El Génesis del final.

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Source

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Esa tarde te fuiste para no volver
o fui yo el que se fue
no hablo de una ida física necesariamente
dejaste de ser tú
y yo deje de ser yo
las circunstancias nos separaron
y nuestros corazones angustiados no aguantaron.
Te recuerdo muy bien, en cada calle que recorrimos,
en cada canción que suena en la radio y alguna vez compartimos.

A veces me arrepiento,
solo a veces
de no haberte dicho todo lo que siento
o sentía,
en su adecuado momento.
Me toco aprender
a duras penas
que es mejor afuera que adentro.

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Y es que tú has inspirado la mayoría de mis escritos, tú, siendo el Génesis de mis finales, tu nombre no es coincidencia, o quizás es solo una forma egocéntrica de ver todo lo que la vida me ha hecho ver. ¿Recuerdas a los elefantes enamorados de las primeras entradas? Tú estabas enmarcada en cada horizonte y detalle de esa foto. ¿Recuerdas a los elefantes marchando juntos por el pavimento? ¿recuerdas que escribí acerca de lo doloroso de las partidas? esa sensación se ha quedado conmigo desde ese entonces. Es, quizás, lo único que puedo agradecer de la trágica partida, la sensibilidad que en mí generó para transmitir lo que por algunos corazones pasa.

Más nunca veré el adiós de la misma manera, quizás más nunca me involucre para no tener que decir adiós con el trago amargo que se disfraza de dulce al inicio con la idea de que alguna vez nos encontraremos.

¡Oh! tú, lector, o Génesis, quizás no entiendas pero acabo de sacar el corazón del pecho.
...
¿Es que no lo ves?
Se mezcla con el sol, con este atardecer que fue testigo de nuestro último beso. Se mezcla con lo que pasamos y mira al cielo esperando lo que nos faltaba por escribir y contar. Se quedó solo y afuera, sin saber a donde ir, sin saber qué hacer. Tú no lo quisiste y yo no lo he aceptado de vuelta, ¿qué nos pasó?, más bien, ¿qué me pasó? abandoné el corazón.

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No sé qué pensaba,
¿quién saca órgano tan preciado
en este mundo contaminado,
hostil y viciado.
Mundo que no brinda calma
y en el que las penas
se sumergen en cualquier alma.

Pero esta tarde no será esa tarde,
no será de nuevo el día
en el que mi alma sangre
por loco descuidado enamorado.

Esta tarde, y las que vienen
serán eternamente iguales,
no volveré a amar como antes.
Si es que alguna vez en esta vida se ama.

Me destinaré, egoísta,
a recuperar lo perdido,
ese corazón
que en el desamparo quedó
no para volver a amar
sino recobrar sentido,
lo que alguna vez fui,
solo para escribir,
y poder transmitir
las experiencias ganadas
por años en soledades
en búsqueda de almas.

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A meses de un estanque,
a años de una partida
que parece de ayer
pero con aires difuminados.
Alimentando los fantasmas del antes.

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Este escrito, completo, es una prueba que traté de hacer lo más auténtica posible de porqué se me hace difícil olvidar lo vivido, no es un amor obsesivo. Solo es el amor por una idea, por algo que ya no es, que ya no existe. El amor por lo que pudo ser y lo que nos faltó ser, no más que eso.

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