Aprender a Aprender y así Aprehender
Hola amigos!
Salida de campo La Marina / Fotos con mi celular
Cuando le preguntamos a un niño que, para qué va a la escuela, el contestará espontánea, inmediata y automáticamente a "APRENDER ", pero cuando le preguntamos acerca de qué va a aprender, en la mayoría de los casos, la respuesta tarda un poco más en llegar, se torna pensativo, tartamudea y en algunos casos sólo se sonríe y te mira como diciendo, "tu lo sabes". Esta situación ha sido así y siempre será, hasta que el niño aprenda a aprender.
La escuela tradicional siempre nos ha enseñado a memorizar y repetir; y muchos docentes se han encargado de seguir ese legado, continuar con esta acción que los libra de muchos dolores de cabeza porque simplemente, el niño "aprende" (memoriza) lo que quieren, le hacen un examen, ellos dicen lo que quieren oír o leer y que por ende, es correcto y de esta manera se sienten felices porque ya han cumplido su labor docente, hasta allí.
Siempre he dicho que por mucho que un docente se prepare en una carrera universitaria, o en un instituto pedagógico, su preparación no estará completa hasta que comience a trabajar con los niños, en un aula de clases. Es justo durante ese proceso cuando el maestro se gana el título, es allí donde realmente aprende y créanme, la teoría dista en un gran porcentaje de la práctica.
Este mismo pensamiento lo he trasladado y aplicado en los niños durante el desarrollo de mi acción docente. Está claro que siempre habrá cosas que memorizar, eso no está mal o incorrecto. Pero debemos tomar en cuenta el concepto del aprendizaje significativo, cuya basa es la "vivencia" de lo aprendido. Aprender haciendo. El uso de los sentidos dentro del proceso enseñanza-aprendizaje.
Clase práctica. El camino de las formas
¿Cómo aprendemos a caminar? Caminando. ¿Cómo aprendemos a hablar? Escuchamos y luego reproducimos lo que escuchamos a través del habla, es decir, hablando. ¿Cómo aprendemos a escribir? Escribiendo... ¿A cocinar? COCINANDO. Este mismo principio es aplicable en todos los ámbitos del aprendizaje. Cuando queremos enseñarle a los niños los diferentes sabores que tienen algunos alimentos, no decimos solamente "el limón es ácido", sino que llevamos un limón y les damos a probar y hablamos de la sensación que produce en la lengua y en todo el cuerpo al probar el limón al tiempo que ellos van sintiendo lo que se les dice. Cuando le preguntes a alguno de estos niños, acerca del sabor del limón te dirá , con propiedad, todo acerca del limón y esto será no sólo porque la maestra se lo dijo, sino porque el pudo constatarlo y ahora conoce a ciencia cierta lo que aprendió. Es aquí cuando podemos decir que el niño ha APREHENDIDO, es decir, ha tomado el conocimiento para sí y lo puede utilizar a su favor de forma cotidiana porque ha sido un trabajo vívido, no imaginado o producto de la memorización de algo que leyó y que de paso, está basado solo en la experiencia de otra persona.
La sola presentación de contenidos y que estos sean repetidos por nuestros alumnos, no es la demostración de un correcto y real aprendizaje. El reto está en hacer que eso aprendido sea realmente Significativo. Hay que crear en ellos la necesidad de saber, hacer que en ellos nazca la sed de conocimiento. Enseñarles a no quedarse solamente con lo recibido de nuestra parte, porque aún hay más con lo que ellos pueden complementar toda información y conocimiento adquirido en el aula. Esto debe ir mucho más allá. Nuestro deber como docentes es hacer que el aprendizaje adquirido por nuestros niños sea real, palpable de utilidad en su cotidianidad. Esa será la manera de saber que, como maestros , hemos cumplido con nuestra labor.