El archivo

En el futuro cercano tendremos memorias portables lo suficientemente grandes como para contener el archivo de internet de archive.org. Actualmente este ocupa más de 30 petabytes. Un disco duro de $100 actualmente tiene una capacidad de unos 3TB. Los dispositivos para almacenar información han ido mejorando exponencialmente, hace tan sólo 30 años, lo más usado eran los diskettes, que tenían una capacidad de 1.4MB. En 30 años, por lo tanto, podemos esperar discos duros de varios petabytes o mucho más de lo que podemos imaginar. No es sólo una especulación basada en la ley de Moore. También me baso en que se están explorando otros frentes para ampliar las capacidades de los sistemas informáticos. Se han visto ya varios logros en cuanto a almacenar información en ADN, por ejemplo. Aparte de esto, también están las tecnologías de compresión y procesamiento de datos, que van a permitir manejar cantidades inmensas de datos en dispositivos pequeños.

Entonces podemos esperar que el archive (pronunciado árcaiv) llegue a nuestros bolsillos en un futuro no tan lejano. Ok, quizás no el archive completo, pero si lo fundamental, digamos, todos los libros educativos que se han escrito, quizás todos los best sellers y los libros de los escritores más reconocidos. Todas las publicaciones científicas. Quizás una selección incompleta pero extensiva y representativa de la música a través de distintos géneros, países y épocas. Toda la wikipedia. Una colección de filmes clásicos y taquilleros. Todos los documentales de historia universal que hay. Todos los paquetes de software libre contenidos en los repositorios comunes, distribuciones de linux, DOS, windows viejos, emuladores de consolas de videojuegos que conocemos junto a una colección inmensa de videojuegos populares, desde pacman hasta lo que sea que esté de moda ahora . Fotografías de todo el mundo, de pinturas, esculturas, de performances artísticos. Todos los cables de wikileaks y de los panama papers, diccionarios en varios idiomas. El corán y la biblia. Todas las conversaciones, o quizás sólo las más relevantes, de stack overflow, de reddit, de steemit, y otros. Etcétera, etcétera. Todo ésto podrá ser fácilmente puesto en una memoria usb, o quizás en nuestros smartphones o quién sabe y quizás tengamos ya implantes de tecnología compatible a nivel biológico, y todo esto estará en la punta de nuestros dedos. Podremos jugar cualquier videojuego vintage (los juegos actuales serán considerados vintage y arcaicos), podremos ver películas, escuchar música, leer libros, y muchisimas otras cosas. Llevaremos un océano incontable de información con nosotros todo el tiempo.

Y de sólo pensarlo me agobia. Tengo una estantería llena de libros por leer. Tengo una spreadsheet con decenas de enlaces a artículos científicos y de noticias y tutoriales pendientes de revisar. Y pensar que podré llevar tanta información conmigo me resulta muy pesado. Pero a la vez pienso que será fascinante. Yo quizás me volvería un ermitaño y me la pasaría leyendo, viendo series y películas toda mi vida, sin ser capaz nunca de llegar a abarcarlo todo, y menos recordarlo.

Como todo va en carrera consigo mismo, compitiendo hasta el hartazgo, adelántandose al apocalipsis en la cima de la civilización donde quizás nos depeñemos hacia un abismo distópico, en el futuro definitivamente habrán otras tecnologías que atrapen más nuestras emociones y nuestra atención que los materiales mediáticos actuales. Puedo imaginar butacas domésticas, tipo cine 4D. Videojuegos de inmersión total. Música pop diseñada con neurociencia para atacar nuestros flancos de emotividad más profundos y blindados, música que nos desarmará ante sus premisas y nos llevará de la mano al borde de la esquizofrenia para volvernos adictos a su éxtasis. Películas interactivas, en las que podremos caminar por ahí, experimentar con las escenas, platicar con los personajes, etc. Y todo eso competirá con lo viejo, por lo que habrán muchos que no estarán interesados en cosas antiguas, justo como ahora. Claro, los clásicos serán explotados hasta el hartazgo de manera comercial. Las sinfonías de Beethoven volverán a ser grabadas, editadas, masterizadas y extendidas.

Seguramente muy pocos estaremos nadando entre ese océano de información antigua y archivada, intentando mantenernos a flote, seleccionando cuidadosamente qué película, serie o libro consumir a continuación. Pienso que será duro. Cansado. Al menos para mí, que suelo ser un poco obsesivo con estas cosas.

Cuando llegue el archive.org a nuestros bolsillos incluso será desapercibido. Un tema geek más, promovido con entusiasmo por unos pocos. Muchos incluso preguntarán que para qué querría cualquiera algo como eso. Si de todos modos la internet será tan rápida como para descargar cualquier material en unos segundos. Si son todas esas viejadas tan aburridas como obsoletas.

Pero luego pienso que se volverá un standard. Que será como ... esos ringtones que vienen en un celular por defecto. Como esas tablas de fórmulas que ponen en la primer página de los libros de matemática. Cualquier dispositivo tendrá un snapshot del archivo y estará este allí presente como algo pequeño e insignificante. Como algo cotidiano y hasta aburrido. Querés poner algún étude de Lizst como alarma para la madrugada siguiente? Tras una ligera búsqueda en el archivo del celular estará listo. Querés poner una obra de arte dadaísta como fondo de pantalla? O alguna fotografía legendaria de National Geographic? Seguramente será algo sencillo e inmediato, trivial y normal.

Nuestros conocimientos y experiencias abarcan tan sólo una pequeña parte de todas las creaciones humanas y de todas las posibilidades de expresión ya exploradas. Y allí en nuestra percepción, en un ápice del tiempo que llamamos presente, estaremos como en la punta de un iceberg; inmenso debido a que nunca podríamos abarcarlo todo; pero a la vez diminuto, contenido con facilidad en una memoria portátil y extremadamente liviana, cargando el peso de siglos de información humana. Algo como nuestro ADN, que pasa desapercibido por las membranas celulares de nuestro cuerpo, pero que carga inmensas cantidades de información, aunque sea ésta inaccesible para nuestro entendimiento.

Por otro lado esto es algo que ya está pasando. Es decir, ya tenemos al archive.org allí, disponible. Ya está la internet entera allí reflejada en la pantalla de los smartphones a unos gestos de nuestros dedos de distancia. Ya está allí lo nuevo, compitiendo con lo viejo, presentando desesperadamente su propuesta de valor para obsoletizar Pacman, La Odisea de Homero o Ciudadano Kane. O si no obsoletizarlos, al menos opacarlos con brillos vulgares, eclipsarlos a la sombra de su inferioridad, como el reguetón subordina a Bach en las radios.

Ya estamos, quizás, en esa pre-distopía que describo, en ese océano de información. Con el detalle de que no tenemos al archive en una memoria usb, pero sí está a la mano y sólo hay que extender los dedos y tipear letra por letra a - r - c - h - i ... para que el explorador lo autocomplete y nos ahorre el inmenso esfuerzo de escribirlo por completo.

Por cierto, hace unos días hice una pequeña donación al archive.org porque me parece una causa muy importante. También se puede donar en bitcoin. Si les parece que es importante juntar la información creada por los humanos y hacerla accesible para todos pueden apoyar a ese proyecto de varias maneras.