MAESTRA DE CORAZÓN...Y VOSOTROS, ¿DE QUÉ LADO ESTÁIS?

FUENTE DE IMAGEN 

Como bien sabéis los que me seguís, mi profesión  es la de ser maestra. Gracias al esfuerzo y al empeño, puedo ejercer dicha profesión con la suerte además, de que me gusta puesto que es totalemente vocacional. 

Hoy pensaba hacer otro tipo de post pero los acontecimientos que han tenido lugar a lo largo de lo que llevamos de semana en mi clase ha hecho que me lo replantee y lo ponga de manifiesto en la plataforma. 

Quienes me conocen, saben que más que dar contenidos en mi clase (cosa que también hago, por supuesto) mi vocación está más enfocada a la enseñanza de valores y a crecer como personas. 

Actualmente, todo el mundo conoce el término acoso escolar o la palabra utilizada que no es más que una traducción y  que está más de moda, el bullying.

Según la fuente consultada, el bullying o acoso escolar es " el maltrato físico y/o psicológico deliberado y  continuado que recibe un niño por parte de otro u otros, que se  comportan con él cruelmente con el objetivo de someterlo y asustarlo,  con vistas a obtener algún resultado favorable para los acosadores o  simplemente a satisfacer la necesidad de agredir y destruir que éstos  suelen presentar. El bullying implica una repetición continuada de las burlas o las agresiones y puede provocar la exclusión social de la víctima."

Claramente, esto ha existido toda la vida, desgraciadamente. No obstante, estábamos acostumbrados a oír cómo decían a uno gafotas o eres un gordo; pero claro, era normal. Estaba normalizado. Incluso a la persona que no cumplía con los patrones establecidos que marca la maravillosa sociedad, también era el centro de cualquier tipo de burla o exclusión. Parecía que no podías salirte de la norma ni para bien, ni para mal.  

Tristemente, esto sigue ocurriendo. No obstante y  por suerte, habemos (y me incluyo fehacientemente) maestros en este caso, que luchamos por combatir este tipo de cosas. 

Pues bien, no hace mucho tuve que combatir un acoso de un grupo de alumnos de mi clase hacía una niña. Una niña excepcional, buena estudiante, buena compañera, amable, educada... Bien, con un sinfín de adjetivos positivos.  No obstante, debo añadir que el grupo que le acosó en la hora del patio (momento en el que suelen concentrarse mucho más este tipo de actos) rectificó y se dio cuenta de que estaban haciéndolo mal. Eso sí, dos personas del grupo no retrocedieron y siguieron lo que duró el patio. 

Estuvimos dialogando sobre lo ocurrido y al final, esas dos personas tuvieron sus consecuencias, consensuadas y aceptadas (una gran suerte ya que si hubiera ocurrido a lo largo del primer trimestre no creo que hubiera funcionado tan bien, así que me alegro del avance del grupo)

Estuvimos hablando de la valentía de las personas que elevan la voz cuando se percatan de este tipo de cosas y de la ayuda que se debe otorgar hacia la víctima, rechazando por completo al que acosa y plantando cara, sin violencia, obviamente.

Sin embargo, el hecho que vengo a contaros no es este, pero tenía que poneros en precedentes para que veáis la importancia de educar a nuestros niños con buenos valores.

Ayer martes, vino la madre de otra niña de mi clase, muy similar a la chica que antes os describía. Esta niña, antes de que la madre se reuniera conmigo le dijo que me contara lo que le había sucedido. Claramente, el detalle de que la niña confíe en mí, me hace sentir que voy por el buen camino puesto que todos dudamos alguna vez. 

Resulta que, estando en el parque ella con otras cuatro niñas de mi misma clase, se vio acorralada por estas diciéndole gorda e incluso agrediénsola físicamente. La niña no quiso contárselo a la madre en un principio. Por suerte, la madre lo vio todo y la niña acabó contándoselo. 

Y cuando me explicó lo que había pasado y que una de esas niñas era la que, anteriormente, había ayudado en clase yo...¿Imagináis mi cara y mi rabia? 

Todo esto llevó a que en clase, me plantara y expresara lo decepcionada que estaba. Les dije que me enteraba de todo y que si en algún momento llegaba a mí alguna noticia de que personas que han pasado por algún acoso en mi clase, les hubiera ayudado y se dedicaran a hacer lo mismo, perderían totalmente mi confianza y todo lo que conlleva. 

Por supuesto, estuve muy pendiente de esta última niña por si pudiera haber algún tipo de represalia puesto que los niños no son tontos y saben lo que hacen aunque no te dirijas a ellos directamente. 

Por suerte, la niña me ha dicho esta mañana que se han disculpado con ella. Así que, después de lo que pasó ayer, hoy me he quedado un poco más tranquila. Eso sí, siempre atenta ante este tipo de sucesos porque marcan la vida de cualquiera y sino se ataja cuanto antes puede desencadenar a cosas mucho peores tanto para el acosador como para el acosado. 

Además, siempre siempre me gusta hacerles un detalle para hacerles ver todo lo que valen y más si las personas se han metido con otra por su aspecto físico. Volvemos a lo mismo, los estándares de la sociedad en la que nos vemos sumergidos. 

¡Qué vivan los que nos salimos de la norma!

Os dejo con el detalle que hoy he querido regalarle a esta magnífica alumna.

Y vosotros ¿de qué lado estáis?