Hipocampo en la basura

Resulta hipnótica. El caballito de mar enreda su cola en un bastoncillo usado que flota en el mar. La imagen es una de las que denuncian el impacto de los plásticos acumulados en los océanos. El minúsculo pez caballo a caballo de la basura del planeta. En Málaga, el oleaje de estos días de viento y temporal ha disfrazado de Atlántico el mar de Alborán. Ayer, en la conferencia de inauguración del Carnaval, el poeta Jesús Aguado alabó cultamente el disfraz y habló de la risa en los ángeles que dibujaba el mago Rafael Pérez Estrada. El bueno de David Delfín (también poeta y fabricante de anticuerpos si no amanece, entre otras cosas) me llamó para que les pusiera voz a unos divertidos versos que Rafael, mi admirado amigo que ya no está, le dedicó a su loro, Currito. El animal, acostumbrado a vivir con su dueño en su casa del Paseo Marítimo malagueño, se habría muerto en Chicago, cambio climático mediante, donde estos días hace más frío que en el Polo. Hoy, aquí, en este febrero de carnaval malacitano, el sol ha vuelto a salir por el marinero barrio de El Palo…

Descorazonadora imagen de nuestros océanos

La semana ha llegado al sábado entre llamadas que a algunos les han cambiado la vida. Y a otros les han puesto negros. Con cada nombramiento de la Junta han salido y están saliendo (recuerden aquello que contaba Luis Carandell en el Congreso, lo mismo no es estar bebido que estar bebiendo) nombres que terminan quemados o son sólo cotilleos o apuestas, más o menos razonables en algunos casos y surrealistas en otros, para ocupar los cargos que han quedado en el aire de la incertidumbre tras el que parecía imposible cambio de partidos en el gobierno andaluz. Aún a riesgo de parecer provinciano -a mí ya no sólo me da igual eso-, me alegran algunos de los nombres malagueños que ya han ocupado su espacio en Sevilla porque dan el tipo. También me ha alegrado que, malagueño o no, hay algún nombre de valía objetiva que estaba y va a seguir estando. La democracia ganaría si a la gente que lo ha hecho bien en su puesto no sólo se la juzgara por quién la puso en él. En todo caso, estos días que nadie se olvide el teléfono en casa cuando salga ni al supermercado, por lo que pueda pasar…

Rafael Pérez Estrada y su loro Currito

También ganaría la democracia si quienes ponen a quienes ponen en esos puestos, eligieran a la gente adecuada y no sólo a la afín. Juegan con fuego quienes creen que el politiqueo que se ha ido cargando la política puede salir indemne ya a la hora de votar (el único acto que puede cambiarlo todo en el ecosistema partidista). De la misma manera que los sondeos del CIS han perdido su pasada credibilidad en un tiempo récord, ahora todo pasa muy rápido, quienes terminen cantando en política peor que algunos concursantes de Got Talent España tienen fecha de caducidad. Como Maduro la tiene en Venezuela por méritos propios. Parece que ahora el reto está en evitar la sangre. Pero cada vez que el asesor de seguridad de Trump amenaza con la impresentable prisión de Guantánamo al histriónico mandatario venezolano le afianza un poco más en su precario alero. De todas formas, es verdad que resulta fácil apoyar al presidente de la Asamblea Nacional venezolana, a Guaidó, sólo porque no hable gritando ni se vista de bandera como Nicolás. Y pido perdón por la frivolidad de la licencia argumental.

(c) Domi del Postigo / www.domidelpostigo.es