Churuchuru, Maldito loco

No es normal para la mente humana crear amigos imaginarios, pero al demonio con ello, John era un joven que tenía una imaginación que perturbaba a quienes lo rodeaban, aquel chico suele llamar la atención por tener una apariencia maquiavélica, la mirada inspiraba desconfianza y temor, con un olor a ropa húmeda. John se sentaba en la puerta de su casa y esperaba que la gente pasara frente a él, este levantaba sus manos y con expresiones faciales infantiles hacia burla a todo aquel que pasara por allí.

Todos pensaban que John tenía problemas mentales, por lo que nadie se le acercaba, este era un joven adolecente que solo había cursado los primeros años de la primaria, su madre a mitad del curso decidió retirarlo del colegio ya que la llamaban regularmente a solucionar los problemas de John, este se aislaba en el salón de clases, no conversaba con sus compañeros, cuando la maestra se acerba a él para intentar descubrir lo que pasaba por su mente, John la miraba fijamente y después sus ojos se perdían en la cara de su maestra como si ella estuviese diciendo locuras, eran tan oscuros estos momentos que la maestras se aterraba.

Mercedes era la despreocupada madre de tres 3 hijos pero solo John vivía con ella, todos en el vecindario empezaron a burlarse del comportamiento de John, entonces su madre decide encarcelarlo en su casa, después de un tiempo las personas habían olvidado ese muchacho con mira perdida. Un día se escuchan los gritos de Mercedes pidiendo auxilio desde el interior de su hogar, sus vecinos entran a la casa y encuentran que John había tirado a su madre al suelo, mientras la amarraba al esquinero de su cama, aquellas personas ayudan a Mercedes a liberarse mientras que John le gritaba, vez ya me tienes cansado quiero salir a ver a las personas estoy obstinado de este maldito encierro, por eso mis hermanos te dejaron sola, si no me dejas salir en el momento menos pensado, romperé todas las puertas de la casa para que no puedas encerrarme más.

Los vecinos sorprendidos porque para ellos John era un loco, se dan cuenta de que aquel muchacho no estaba tan loco como todos pensaban, aquellas personas empiezan a notar que la casa donde vivía John era un desastre, tenía el olor característico de la falta de aseo, todo estaba desordenado y la paredes manchadas por la mugre. Al marchase los vecinos de aquella casa, empieza a correr el rumor de boca en boca lo que John había hecho con su madre.

Quizás por temor Mercedes que deja a su hijo salir a la calle, todos quedan impresionados al ver que John ya no era un chiquillo, era casi un hombre, un que persistían en el aquellas características que desde niño todos podían notar, aquel olor tan extraño, aquella mirada perdida y esa apariencia maquiavélica. También había dejado de lado aquellos gestos que de costumbre hacia al mirar a las personas; Empezó a tener nuevas costumbres, este se emocionaba tanto al ver pequeños animales como saltamontes, mariposas, lombrices de tierra y hasta pequeñas aves, las capturaba y empezaba poco a poco a desmembrarlas, a las aves con la precisión de cirujano le arrancaba una a una sus plumas, luego le cortaba las patas con una tijera y las colocaba aún con vida en el suelo mientras las miraba arrastrarse como una lombriz, para John esto era muy gracioso y las carcajadas se podían escuchar un par de calles más allá.

Todos miraba estos comportamientos tan irregulares que empezaron a tenerle miedo a John, un día llega a la puerta de la casa de este muchacho una trabajadora social que por referencia de los vecinos del chico se había enterado del caso.

John abre la puerta y mira aquella muchacha que lo trata amablemente, como nunca nadie lo había hecho, ni siquiera su madre, aquella chica se da cuenta de las condiciones de la casa pero aun así entra mientras que todos los vecinos vigilaban con cautela, de alguna manera esta chica logra que John por fin exprese lo que siente.

Después de un rato aquella chica sale de la casa y va a hasta donde aquel vecino que fue hasta su lugar de trabajo para informarle sobre John, la chica les comenta a estas personas que sin dudas John tiene problemas, que el joven le había contado un par de cosas como que su madre nunca está en casa, su hermanos la abandonaron porque estaba loca, solo quería golpearlos y mantenerlos encerrados, que John había paso mucho tiempo solo y que tenía amigos imaginarios.

Él, le decía los churuchuru, eran dos personajes imaginarios Pirichicoco y Pirichiton, estos les decían que hacer cuando veía a aquellas aves y que ellos disfrutaban tanto como él, atraparlas y hacerle aquellas cosas tan desagradables. También le comentaban lo que las demás personas hablaban de él, sus amigos imaginarios eran los más inteligentes y siempre estaban a su lado cuando estaba solo.

La chica les explica a los vecinos que John no estaba bien de la cabeza y que mientras ella procesaba el caso no empeoraran la situación. Fue todo lo contrario, aquellos vecinos empezaron a comentar que John estaba loco, que tenía amigos imaginarios y que eran los churuchuru, los jóvenes del barrio donde vivía empezaron a gritarle cada vez que lo veían churuchuru, estás loco churuchuru, Maldito estas mal de la cabeza.

Esto hizo empeorar la situación de aquel joven quien volvía a tener sus antiguas costumbres al ver a las personas levantaba sus manos, hacia muescas con sus rostro, mientras saltaba y gritaba churuchuru, los locos son ustedes churuchuru, saca su lengua y sale corriendo a su casa. Así pasaba todo el día John y la gente empezó a tomar estos actos en gracia, mientras que perturbaban cada vez más la mente del chico, no sabiendo el riesgo que podían desatar.

Un día John vio que el perro de su vecina se había salido a la calle y empezó a mirarlo con la misma mirada con que veía a la aves, ese día John no salió de su casa, pero todos en el vecindario estaban buscado al perro de la vecina que se había desaparecido, pasaron varios días y empezó a salir un olor de putrefacción de la casa de John, tan fuerte era el olor que los vecinos empezaron a pensar que John había matado a su madre ya que tenían mucho tiempo sin verla llegar a su casa.

Estos llaman a la policía para que revise de donde salía aquel olor, la policía encuentra a John en una esquina de su cuarto mirando hacia el techo, con la mirada más aterradora y maquiavélica que pudiesen imaginar, mientras susurraba esto, churuchuru no estoy loco, no estoy loco, malditos salgan de mi cabeza, ya no quiero ser más su amigo, déjenme en paz malditos churuchuru.

Los funcionarios quedan sorprendidos con el comportamiento de aquel joven, John es esposado y llevado al auto policial, sin resistencia alguna. Después de unos minutos, todos rodeaban la casa de John esperando que el equipo forense sacara aquello que tenía tan despreciable olor, los funcionarios sacan en una pequeña bolsa negra el cadáver del perro de la vecina, John lo había matado, desmembrado y destripado. Cuando la gente vio que no se trataba de Mercedes, empezaron a gritarle al chico, Maldito loco, churuchuru, maldito loco, maldito loco.

Este paso de estar en un estado de visible tranquilidad a estar sumamente lleno de odio, mientras gritaba, yo no estoy loco, loco están ustedes mis amigos los churuchuru vendrán por ustedes que me maltratan y les pasara los mismo que a ese maldito perro.

Todos en conmoción siguen gritándole, mientras que el auto se aleja, aun no aparece Mercedes, muchos dicen que John la mato y nadie se había dado cuenta, otros cuentan que no aguanto con la locura de su hijo abandonándolo. Lo cierto es que aquella casa aún está vacía y la gente del vecindario dice que allí aún están los churuchuru, y cada vez que pasan frente aquella casa pueden sentir que desde la oscuridad alguien los mira como si fuese John el churuchuru.