spanishchallenge 13 entrada #1. Anestesia emocional.

          Él era de esa clase de chicos que fingía que les ha dejado de importar el mundo. Su pequeño universo interno era una mezcla un tanto caprichosa de pensamientos grises, demonios y un constante sentimiento de tristeza y melancolía.

          Él era de esa clase de chicos que solía hablar mucho, sólo para adormecer los murmullos que lentos se apilaban en su mente. Hasta que llegaba la noche y no tenía escapatoria, sólo le quedaba desear que el insomnio no se manifestara para oscurecer a la incertidumbre emocional.

          Él era de esa clase de chicos que solía reír fuerte, como si intentara llamar a algo, a alguien.... Pero nadie reconocía sus gritos camuflados, ocultos detrás de cada carcajada.

          Él era esa clase de chicos que rebosaba de colores a su apariencia; tonalidades vivas en su ropa, para que nadie advirtiera la opacidad de su corazón. Tonalidades vivas en sus lentillas, para que nadie advirtiera la oscuridad detrás de sus ojos. 

          Él era esa clase de chicos de los que nadie hablaba, esa clase de chicos que nadie notaba, esa clase de chicos que a veces tienen complejo de esquina. Pero nadie habló tanto de él como aquella noche.

          Bastaron sólo un par de minutos contemplando la intensidad de la luz que emitía lo que sostenía en sus manos, para que la poca luminosidad que habitaba en su interior se escapara haciendo que aumentara la incandescencia de lo afligidamente observaba. Fue en ese momento en el que decidió que era hora de callar, de dejar de reír fuertemente, de dejar de llenar de colores su apariencia...

          De repente, él era esa clase de chicos que estaba en todos lados; en el periódico, en las noticias, en los mensajes de todos sus conocidos, en los chismorreos  de las personas que no tienen nada mejor que hacer. Nadie habló tanto de él como aquel día después de que decidió ponerle fin a su propio martirio.