En todas las situaciones de nuestro día a día: en lo personal, familiar, escolar y laboral, nos vemos en la necesidad de actuar con relación a dicha situación, pero la manera cómo lo hacemos, es lo que realmente hace la diferencia, ya que una cosa es reaccionar y otra cosa es responder. Ejemplo: te chocaron el auto, ante esta situación tienes la opción de “reaccionar” de forma negativa, insultando y agrediendo a la persona que lo hizo. Al contrario, tienes también la opción de “responder” de forma positiva, manejándote con asertividad. Hay diferencia entre ambas, cuando se habla de reacción, generalmente se asocia a la impulsividad, a ese accionar sin pensar y cuando de responder se trata, se vincula a la observación y la evaluación para solucionar adecuadamente.

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Entre el estímulo y la respuesta, hay un espacio. Entre el estímulo y la reacción, no. Victor Frankl, decía que en el espacio entre el estímulo y nuestra respuesta, estaba nuestra libertad y nuestro poder de crecimiento como seres humanos. Es una pena que, muchas veces, obviemos ese espacio y reaccionemos. Fuente

Cuando sabes manejar las emociones, eres capaz de mantener la calma, de actuar con prudencia y evitas reaccionar descontroladamente ante una situación que te esté afectando o que te haga sentir mal porque te duele. De esta forma, podrás dar respuestas más oportunas, que te proveerán de bienestar interior y por ende te sentirás mejor contigo misma(o). No obstante, esto no es para nada fácil, aunado a que muchas veces no se actúa con responsabilidad y en este caso, se suele culpar al oponente de nuestra reacción compulsiva. En este sentido, hay muchas técnicas para manejar adecuadamente algunas situaciones de estrés y malestar que se puedan presentar en cualquier momento, para lo cual se recomienda actuar con inteligencia, de allí el tema de “Inteligencia Emocional”, donde se invita a identificar y a entender tus estados de ánimo, reconociendo cuando y porque estás molesto(a), triste, nervioso(a) y actuar no solo sobre los síntomas que lo generan, sino también el motivo que lo produce.

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De acuerdo a Pau Navarro, se recomienda la aplicación de 10 técnicas que pueden ayudar a controlar las emociones:

1.- Intenta recordar tus virtudes y éxitos

Resaltar esas virtudes y estar consciente de los éxitos que has obtenido, contribuyen con tus sentimientos y te hacen pensar en la causa de la emoción, disminuyendo lo negativo, por ejemplo: En lugar de molestarte porque saliste mal en un examen, puedes pensar que por lo general obtienes notas excelentes y siempre has sido exitosa(o), logrando pensar que, en este caso, no es tan grave la cosa. Por esto, cuando sientas que pierdes el control ante determinada situación, es importante que recuerdes los logros que has obtenido y lo orgullosa(o) que te sientes con eso.

2. Distrae tu atención hacia un asunto concreto

Al aplicar la técnica de la distracción, la persona logra desconectarse de la emoción negativa, centrando su atención en pensamientos más neutros, logrando disminuir la intensidad de dicha emoción, le quita fuerza. Es desviar la atención, por ejemplo: un niño está llorando y rabioso por no obtener lo que quiere, y cuando se le hacen preguntas sobre otra cosa o se le señala para otro sitio, este logra aunque sea por corto tiempo, calmarse y la emoción baja la intensidad.

3. Piensa en tu futuro más inmediato

Cuando estás viviendo una emoción intensamente, es posible que te olvides de las consecuencias que se pudieran generar por tal actitud, por lo que pensar en el futuro, en lo que te pueda pasar en lo adelante, te puede ayudar a mantener el autocontrol.

4. Medita habitualmente

Se ha demostrado científicamente que la meditación contribuye a evitar pensamientos negativos y si ésta, es acompañada por una respiración adecuada, puede disminuir el ímpetu de una emoción negativa, permitiendo un mejor control de la situación.

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5. Date permiso para preocuparte más tarde

Si logras posponer para más tarde una emoción o un pensamiento negativo ante determinado momento, por un lapso de tiempo, estas emociones seguramente, cuando sean retomadas, se harán con menos intensidad, según refiere un estudio en el cual los participantes pospusieron su preocupación por 30 minutos, logrando disminuir la ansiedad en los mismos, luego de ese lapso.

6. Piensa en lo peor que te puede pasar

Se considera que mientras estás bajo una situación de mucho estrés o donde estás viviendo emociones negativas, el pensar en lo peor, te ayudará a darle menos importancia a lo que estás viviendo en ese momento.

7. Escribe un diario de tus emociones

El escribir sobre la manera en qué te sientes en algunas circunstancias, contribuirá a que tus pensamientos negativos sean menos frecuentes y tendrás una especie de diario emocional, en el que describirás cómo te sientes.

8. Tómate un respiro (y un refresco) para recuperar el autocontrol

El autocontrol, a través de las diversas emociones que tengas, también se puede agotar y es por ello que se requiere que te tomes un tiempo para reiniciar y tomar el control de nuevo, evitando de igual forma, volver a exponerte a una situación negativa, ya que corres el riesgo de sucumbir. Es importante que puedas identificar si tu nivel de autocontrol está bajo, para que actúes en consecuencia y puedas volver a la calma.

9. Cuando todo falle, busca un espejo

Algunos estudios refieren que mientras estás viviendo una emoción negativa, la técnica de verte en un espejo, da buenos resultados, permitiendo observarte de forma objetiva, separándote un poco de ese estado emocional que te perturba, lo que permite que puedas estar más consciente de la reacción que estás manifestando y puedes lograr tener un mejor autocontrol.

10. Lo más importante: encuentra el motivo de tus emociones

Para encontrar el motivo de tus emociones, más que ponerte a pelear contra ellas, es más importante reconocer e identificar esa emoción que te está afectando y por qué. De este modo, estarás en sintonía contigo misma(o), siendo sincera(o), lo que a su vez redundará en saber la causa de lo que te está afectando realmente. Por ejemplo:

“Vale, no me gusta sentirme así pero ahora mismo tengo mucha envidia (reconoces la emoción) porque a Andrés le han felicitado por su trabajo y a mí no (reconoces el por qué).”-Fuente

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“Si tienes autodominio y responsabilidad de ti mismo, serás capaz de hacerte cargo de tu situación.”

-Bernardo Stamateas

Gracias por leerme, espero sus comentarios y sugerencias sobre este tema para seguir aprendiendo. Saludos.