La isla de Margarita es uno de los destinos turísticos más importantes de Venezuela, existen dos vías para llegar a ella: por ferry o por avión. En este caso se decidió ir por ferry ya que es más económico, nuestros pasajes estaban pautados con salida desde el puerto de Guanta a las 12:00 del medio día.

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Llegó el día

Cuando llegué al puerto de Guanta todo parecía tranquilo, las personas sentadas por filas esperaban para arribar, los encargados indicaron que se iba a ingresar por fila según los asientos de la zona de espera, la cual era una carpa llena de sillas. Al llegar las personas dejaban sus maletas frente a la puerta de embarque en una cola de equipaje, yendo así una tras de la otra, luego se sentaban por orden de llegada en las sillas y a esperar.

A eso de las 11:00am empezó a formarse un cúmulo de personas junto a la puerta que da para salir a tomar el ferry, entonces todas las personas que estaban sentadas empezaron a estar atentos y tensos para no perder sus respectivos puestos según la fila, empezamos a vernos las caras unos con otros y se oían comentarios como "¿Qué hace esa gente ahí? ¿Esperando pa' colearse?", "estos tipos se quieren colear, hay que estar pila". Efectivamente, así como las personas lo intuyeron sucedió, del cúmulo de personas un grupo de mujeres (aparentemente de clase alta y con rasgos árabes) se colaron de primeras iniciando así:

El Caos

Estaba sentada cuando ví lo sucedido, casi todos lo vieron, personas a mi alrededor empezaron a levantarse mientras yo no sabía cómo actuar, miré de un lado a otro y al notar que las personas empezaron a correr en busca de su equipaje y adelantarse unos a otros fue entonces cuando reaccioné, como dicen "si no puedes con ellos úneteles" así que también corrí con mi grupo a buscar nuestras maletas y de la forma más incómoda, cargados con bolsos, carteras bolsas con comida y maletas, empezamos a abrirnos paso entre empujones con otros.

Al llegar a la entrada del ferry había un primer tramo de escaleras, yo traía mi maleta junto a tres bolsos, otro de mis compañeros traía un bolso lleno de comida que pesaba al rededor de 15kilos más su maleta, todos veníamos cargados con un peso considerable y subir las maletas fue bastante difícil. Luego de pasar las primeras escaleras había una recta tipo estacionamiento, allí yo prácticamente corrí porque aún las personas se adelantaban unas a otras y un cúmulo de chicos que estaban atrás de mi me había pasado mientras subía mi maleta, logré pasarlos y uno de ellos me ayudó a subir la maleta por el segundo tramo de escaleras, pues notó que me costaba e interrumpía el paso de todos hacia arriba.

A mi parecer estos hechos ocurren no solo por la desorganización y la alta demanda en época de temporada sino a su vez por la estatización de la empresa Conferry, primeramente al colocar los pasajes a un mismo costo y sin puestos enumerados ni zonas indicadas esto genera caos a la hora de buscar asientos, a su vez al venderlos tan baratos a un precio regalado de 60.00 bolívares ida y vuelta (cuando una empanada cuesta hasta 30.000 bolívares en margarita) muchas personas pueden costearlo por lo cual venden una cantidad de pasajes que sobrepasa la capacidad para la que fue hecho el ferry, así con la sobreventa intentan compensar el costo que implica el viaje, los repuestos, combustible, etc.

La salida

Con mucho más orden las personas se formaron para salir, avanzaban con lentitud porque cargaban con su equipaje y al haber varios tramos de escaleras las personas demoraban, pero por lo menos esta vez no hubo empujones ni nada parecido, el proceso fue más organizado y con calma.

Cervezas para celebrar!

Al final del día logramos llegar ilesos y con todas nuestras pertenencias a la isla, nos buscaron y fuimos directo a una licorera a por unas birras. Fue un estrés tremendo y bastante agotador pero bueno, al final valió la pena.

¡Gracias por leer!

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Todas las fotografias en este post fueron tomadas por mi utlizando un Iphone6 y posteriormente editadas en lightroom.