Los seres humanos vivimos en un planeta en el que somos la especie dominante. No somos los animales más grandes, o más feroces, ni siquiera somos la especie de mayor población, pero argumentos científicos ("somos la especie más evolucionada") y religiosos ("Dios nos creó para gobernar todas las criaturas de la tierra") nos colocan en la cúspide de la pirámide evolutiva. Ahora bien, ¿qué pasaría si no fuese así? ¿nos hemos puesto a pensar cómo sería un mundo en el que la especie humana no fuese la especie dominante?

Póster Oficial

Precisamente de allí parte la trama de la novela Oms en Série, del escritor francés Stefan Wul, cuya versión fílmica de 1.973 La planéte sauvage (Fantastic Planet en inglés y El planeta salvaje en español) obtuvo el premio especial del jurado en el Festival internacional de Cannes y pasó a la posteridad como una película de culto. La película comienza con una mujer vestida precariamente que va corriendo con un bebé en brazos. Huye de algo que no podemos ver. De pronto, una enorme mano azul desciende, bloquea su camino y la empuja cuesta abajo. Este golpe se repite tres veces. Finalmente, la mujer es elevada y dejada caer sobre el suelo, muriendo al instante. Cuando la cámara se aleja podemos ver a estos seres gigantes antropomórficos (el tamaño es relativo, quizás la mujer sea diminuta) de color azul, con ojos rojos y una especie de aletas en las orejas. El diálogo nos hace ver que son niños Draags que jugaban con la mujer Oms, de la misma forma en que a veces podemos ver a nuestros infantes jugar con algunos insectos o animales pequeños. Sólo que, ahora, esos juegos no parecen tan inofensivos: nosotros somos los insectos.

Niños Draags "jugando" con Oms

Conforme avanza la cinta, vamos descubriendo, a través de la narración de Terr (el bebé de la mujer asesinada), la historia. En un planeta llamado Ygam, viven los Draags, una raza con un alto desarrollo tecnológico y espiritual (llevan a cabo un rito llamado meditación) que además parecen "civilizados". Han llevado a su planeta especies de otros mundos, incluidos los Oms (seres humanos). Algunos Oms son domesticados y tenidos como mascotas (con todo y su respectivo collar) o más bien juguetes; pero muchos son considerados salvajes y son exterminados de manera periódica en unas jornadas de limpieza llamadas sodomizaciones.

Terr y Tiwa

Tras la muerte de su madre, Terr es recogido por una niña Draag, Tiwa, quien lo domestica y lo convierte en su mascota. A través de esta joven Draag, Terr irá descubriendo (y mostrándonos) las costumbres de esa civilización y comenzaremos a comprender cómo funcionan las cosas en ese planeta. Tiempo después, como una especie de Prometeo, Terr huye de casa de Tiwa y llega al lugar en donde viven los Oms salvajes, llevando consigo el auricular que Tiwa usaba para sus estudios y que les permitirá ahora a los Oms adquirir todo el conocimiento y la sabiduría Draag.

Póster para Reino Unido

Lo que sucede de aquí en adelante me lo reservo para motivarlos a ver la película. Se trata de una película animada de ciencia ficción que proyecta en esta lucha entre especies, los defectos y "virtudes" de la raza humana. ¿Por qué resultan tan despiadados estos Draags que matan Oms, si los humanos han aniquilado miles de especies y matan millones de insectos por día? ¿por qué nos parece tan vil que tengan mascotas Oms y las enfrenten entre sí, si hemos hecho lo mismo con gallos, perros y otros? (recuerdo haber visto niños haciendo pelear bachacos entre sí) ¿por qué la esclavitud de los Oms nos irrita si nos hemos esclavizado nosotros mismos? ¿por qué encontramos contradictorio que una raza de avanzada tecnología, inteligencia y espiritualidad cometa estas prácticas con seres inferiores? ¿hemos sido nosotros compasivos en situaciones semejantes?
Además de todas estas reflexiones, la película también trata temas como el temor a lo desconocido, la ciencia frente a la superstición, el enfrentamiento y la unión entre especies diferentes, la búsqueda de la supervivencia, el poder del conocimiento, entre otros.

Póster en Inglés

Se suma a ello una estética surrealista, cargada de color, diseño de locaciones, vestuarios y sobre todo, especies vegetales y animales particulares del planeta, creando todo un universo alrededor de los Draags, del cual somos apenas una pequeña parte. Por todo esto, peo sobre todo por el shock que representa, no sólo ser la especie dominada, sino además ser tan diminutos en comparación con los Draags, lo que nos lleva a replantearnos nuestra condición humana, considero 8/10 para una cinta, cuyo único punto flojo a mi parecer es el final. No tanto por el resultado, sino por la manera tan fácil con que se llegó a ese desenlace que no fue mostrado plenamente. Creo que es ideal, tanto por lo estético como por el trasfondo, para amantes de la animación, de la ciencia ficción y de los cuestionamientos filosóficos profundos. Perturba, sí. Pero hace pensar. Y de ese auto pensarse, sólo pueden surgir cosas positivas. ¿Qué se siente no ser el más temido del barrio? Esta película puede darles algunas ideas.