Érase una vez una niña como tú | Autorretrato + poesía

Tonta, que de niña le gustaba llamar mucho la atención constantemente, para fines inexistentes. A veces incluso, en los momentos inoportunos y de júbilo lograbas sentir que no tenías vida, como inerte, como café sin leche. De más niña solían timarte de imprudente, a veces de mala gente, y entre risas hipócritas la gente tampoco intentaba quererte.

Eran unos pocos, entre multitudes infinitas, entre grupos que llamaban a citas y te excluían quizás por no ser muy bonita. No ser linda como Verónica, la de cabello largo y una personalidad atómica, la que a todos querían de manera irónica. Tus padres te comparaban constantemente con tus primas, a veces con tus amigas y también a veces con la prima de la amiga que era sobrina de la tía.

¿Por qué no podías ser como María? Ella se fue del país con una carrera en gastronomía, pero tú te quieres ir con los sueños como los de una niña. Debes crecer, Valentina, con esos pensamientos de pajarita no vas a llegar ni a la esquina. No creemos tampoco que estés lista, tu primo José se fue porque no era como tú, no era una niña.

Interrumpida, con la adolescencia interrumpida y el corazón echo una masilla. Los hombres andan en filas, con los premios inconscientes de ser libres por no tener una vagina. Tu abuela te decía "Niña, ten cuidado sí sales con tus amigas, porque cualquiera puede agarrarte y meterte una buena piña".

Vístete decente, pareces una indigente. No puedes usar ropa que te haga ver como alguien que no es inteligente. Cámbiate eso, ¿por qué tienes un tatuaje en el pecho? ¿A caso quieres que la gente piense que quieres mostrar los senos? Tápate, cámbiate, pareces inoperante, los hombres te van a mirar y van a querer tocarte.

No pases tanto tiempo con el teléfono, ¿por qué te hablo y no me estás viendo? ¿A caso tus amiguitas de otros sitios son más importantes que lo que estás viviendo? Vida, que parece la vida de alguien más, y te quieres escapar a veces hasta de tu mamá.

Y no traes tampoco un novio a la casa, te vemos constantemente con demasiadas muchachas, ¿quieres a caso que pensemos que eres lesbiana? Sí es así entonces empaca tus cosas, que no quiero locas en esta casa.

Pero épa, tampoco quiero que pienses que intento por todos los medios cambiarte, te lo digo por tu bien y no para que cambies como empezaste, quiero que sigas tus sueños y vayas a todo lo que planeaste, pero sí lo haces en mi mente permanecerá siempre la idea de que fracasaste.