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Los gritos de una fuerte discusión lo hicieron despertar, Michael nunca había visto a su madre tan enojada.

— ¡Yo nunca aprobaría tal aberración! —exclamaba por teléfono—. Todo lo que dices va en contra de mis principios.

Al percatarse que el pequeño Michael la miraba asustado, finalizó la llamada, aquella expresión de rabia que mantenía se convirtió en una de preocupación.

—Mi niño, necesito que me escuches atentamente—susurró con una voz casi quebrada. —. Te llevaré a nuestra guarida, debes ser un niño valiente y permanecer allí hasta que mami regrese.

Michael no podía entender todo con claridad, pero desde que estaba más pequeño su madre le había entrenado para ese día, él conocía el significado tras esas palabras y aún sabiendo que debía ser obediente, él realmente no quería dejarla sola.

Estando en su escondite un fuerte abrazo entre Michael y su madre indicaba una despedida.

— No debes abrir la puerta a nadie, mi niño— Le repetía su madre. —Te amo, regresaré por ti.

Habían pasado algunas horas desde aquella nostálgica despedida, un fuerte sonido de forcejeo en la puerta principal le hizo helar la sangre, tenía miedo, pero pudo dar un suspiro al escuchar la voz de su madre.

— Michael, abre la puerta— pronunció con una voz serena. — Ya volví.

La emoción del momento le hizo olvidar todo y con una gran sonrisa corrió para abrir la puerta y abrazar a su madre; Una brusca reacción alejándolo lo hizo entristecer, aquella mujer era físicamente era idéntica a ella, aunque su mirada ya no parecía la misma.

De camino a casa todo fue silencio, Michael sabía que algo había ocurrido y que solo él podría averiguar qué pasaba. Así que a la mañana siguiente decidió seguir a su madre hasta el trabajo.

Tuvo que colarse por una pequeña ventana en sótanos del edificio. Por su pequeño tamaño, entrar había sencillo, caminaba cautelosamente por los pasillos.

Unos murmullos le hicieron detenerse frente a una misteriosa puerta. A pocos milímetros de tocar la perilla, un golpe en la cabeza lo hizo caer.

Al recuperar la conciencia su corazón se detuvo cuando entendió que se hallaba dentro de una especie de cápsula, frente a él en otra su madre congelada dormía.

El momento le hizo pensar que se trataba de una pesadilla. Se abrió la puerta principal y pudo observar como mujer con la cara madre le miraban con una sonrisa junto a una chico idéntico a él .

La máquina se encendió y entre un frío absoluto, poco a poco, Michael se desvaneció.

Muchísimas gracias por leer nuestra historia hasta el final, nos alegra mucho volver a esta fasceta de nosotras que extrañabamos. Nos encantaría saber qué te pareció la historia y qué te hizo sentir

Desde este lado del mundo, se despide con cariño @cafeconleche.