El suspiro de merengue es un postre de origen francés, su nombre se debe a que es una espuma dulce solidificada que se disuelve en la boca al morderla, se usa para decorar otros postres o para comer como merienda. Es una golosina económica y muy fácil de realizar, puede aromatizarse con esencias de repostería y agregar color con colorantes vegetales, su presentación es elegante y funciona como un adorno muy bonito para una mesa de postres. En esta ocasión preparé la receta básica para mostrarles lo sencillo que es hacerlos.

Ingredientes.

1. Dos tazas de azúcar refinada.

2. Cuatro huevos (solo las claras).

3. Una pizca de sal.

4. Un poco de harina para cubrir la bandeja.

Pasos previos:

1. Precalentar el horno a 175º C / 350º F.

2. Ubicar una bandeja como la que usamos habitualmente para hornear pan y galletas, cubrirla con una capa de mantequilla y espolvorear harina de trigo para evitar que los suspiros se peguen a la bandeja.

3. Pulverizar el azúcar en la licuadora.

El azúcar para nevar es ideal para esta receta pero es más costosa que la convencional, realizando el paso anterior ahorramos dinero y el resultado es el mismo.

Comencemos con la preparación:

Con ayuda de una batidora manual batir las claras de cuatro huevos a punto de nieve.

Agregar el azúcar pulverizada poco a poco hasta que la crema esté firme y al levantarla forme picos.

Una vez listo el merengue lo colocamos en una manga de repostería.

Ahora sobre la bandeja preparada vamos a sacar nuestros dotes artísticos (los míos son escasos) y hacer formas bonitas para nuestros suspiros.

Formaremos suspiros hasta llenar la bandeja o agotar el merengue.

Llevamos la bandeja al horno por 20 minutos y podremos disfrutar de nuestro delicioso postre.