Preguntar y preguntar para llegar a Roma sin resbalar
Queridos lectores, si hay un consejo que puedo regalarles para que triunfen este y todos los años que les quedan en este plano terrenal, es que vayan a donde vayan, en las dificultades y en la abundancia, siempre que sientan la necesidad, PREGUNTEN.
Pero... ¿Preguntar qué? ¿A quién? ¿Por qué? ¿Para qué?
Pues lo que sea, donde sea, cuando sea y quien sea. PREGUNTAR es la clave para sobrevivir en este mundo con el menor número de daños ocasionados por terceros. Siempre que no estemos seguros de algo debemos preguntar sin importar la cara que nos esté poniendo la víctima que nos está respondiendo o incluso, si empieza a perder la paciencia y comienza a insultarnos.
Siempre he mantenido con firmeza que prefiero que me consideren estúpida por hacer mil preguntas a quedar como idiota por equivocarme mil veces.
Yo supongo al menos una vez en sus vidas alguien les ha criticado el resultado de una acción cualquiera bajo la condenatoria interrogante "¿Y por qué no me preguntaste antes de hacerlo?" o una muy parecida. La verdad es que a todos nos da vergüenza hacer demasiadas preguntas por temor a incomodar o a que duden de nuestras capacidades intelectuales, por eso a veces aceptamos la derrota y andamos en un sendero atropellado e incierto sólo por no querer preguntar todo lo que creemos necesario.
Si usted va a un médico por alguna condición suya o de un familiar y siente que no entiende muy bien algo, debe preguntar. Si le van a dar un medicamento, usted debe preguntar por qué se lo están dando y para qué sirve. Si le mandan a hacer unos exámenes debe preguntar de qué sirven los resultados que arrojará y debe preguntar y preguntar hasta que sienta que está claro de todo lo que le están hablando.
Imagínese por ejemplo, que le prescriben un medicamento que con el pasar los días no le genera ningún alivio a su afección, acude a otro doctor o a algún conocido y le preguntan "¿Para qué te lo mandaron?", tu sólo respondas: "no sé, me dijo el médico algo ahí que no entendí bien que eso me iba a quitar lo que tengo" y termines enterandote que es alguna pastilla de azúcar o fármaco que no hará algo por tu cuerpo. Siempre lo siguiente será que te digan "¿y por qué no preguntaste bien cuando estabas en la consulta?", y mentira no es.
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Esto aplica para todo contexto que te puedas imaginar. Si llamas a un técnico a arreglarte algún electrodoméstico debes preguntar bien qué está diagnosticando, por qué y que te enseñe pruebas, si vas a comprar algún producto o bien bajo la recomendación de un vendedor debes hacer todas las preguntas cuyas respuestas satisfagan tu curiosidad de saber si es realmente lo que quieres, si alguien te dicen que debes hacer "X" para poder lograr "Y" debes asegurarte de estar claro de cómo "X" lleva a "Y" antes de hacerlo y sobre todo, si está entre tus posibilidades y te sientes cómodo de hacerlo.
Les aseguro que el camino del preguntón no es el más fácil de andar. Mucha gente malinterpreta las preguntas como desconfianza o las siente como un insulto a sus recomendaciones y hasta a su propia inteligencia, pero la verdad es que no te puedes quedar con lo que alguien te dice sólo porque sí y menos si no estás seguro de qué es en lo que te estás metiendo. Hay que aceptar esas malas miradas y resolver todas las dudas que tengamos antes de tomar una decisión.
Esto también implica que ejecutes todo con el menor ensayo y error posible, cuando estás más claro de cómo harás algo, menos errores cometerás en el proceso y estarás mejor preparado para afrontar cualquier imprevisto.
Les recuerdo, esto es una generalización total pues aplica para cualquier acción, aplica para todo aquello que quieras aprender, todo problema que quieras resolver, toda situación que tengas que atravesar. Siempre será preguntar sin temor lo que te ayudará a obtener mejores resultados.
Este es un muy buen consejo pero hay que tomarlo con pinzas y ser consciente a dónde aplicarlo.
Si estás haciendo algún proceso complicado, en que un error implicaría graves consecuencias para ti o otras personas, y sea irremediable, se debe preguntar todo lo posible hasta que te sientas un experto en el tema. Con cosas como una prescripción médica es NECESARIO preguntar todo lo que puedas.
Por otro lado, yo soy un gran defensor del ensayo y error como método de aprendizaje, principalmente para cosas creativas. Si quieres aprender a dibujar, y cada vez que no sepas hacer algo necesites preguntar, al final terminas con grandes deficiencias de resolución de problemas. No hay ningún problema con equivocarse mucho en cosas que no te dañarán la vida. Además, con cosas como el dibujo, los errores y el ensayo y error hacen que cada persona desarrolle su propio proceso de trabajo, el que mejor funcione para ellos, en vez de adoptar uno menos personalizado sólo por miedo a experimentar.
Muy bueno tu punto de vista, pero por ejemplo, cuando hay dinero de por medio, como el caso de que necesites reparar un electrodoméstico, alguna remodelación, tu celular o tu vehículo, no te puedes dar el lujo de vivir del ensayo y error pasando de mecánico en mecánico y así sucesivamente, o para hacer alguna inversión importante donde estén en juego tus ahorros o pertenencias y termines afectando no solo a tí sino también a tu entorno.
Pero por supuesto, cuando nosotros mismos vamos a iniciar cualquier asunto personal del que no nos importe gastar todo el tiempo que queramos, dejemos que el ensayo y error sea nuestro compañero para poder entender mejor lo que queremos y no queremos obtener al final.
Buenas tardes @bourrbakia
Mi abuelo decía también eso mismo, que más vale preguntar y parecer tonto durante 1 minuto, que no hacerlo y ser tonto para siempre.
Saludos.
Saludos @don.quijote, me agrada tu abuelo, lo dijo con las palabras exactas que quise expresar. Muchas gracias.
Correcto. “En la multitud de consejeros está la sabiduría”. Y eso se obtiene preguntando. Buena recomendación.
No conocía esa frase, muy acertada, resume todo lo que quiero decir. Gracias.
Pertenece a la Biblia. Proverbios 11:14. Saludos.
hola, yo lo aplico casi siempre. Sobre todo buscando direcciones, todavía no me adapto a los gps
Jajajaja no es fácil te confieso, y acá donde si sacamos el teléfono para simplemente ubicarnos en una calle es más difícil, además uno nunca sabe qué información adicional favorecedora pueda obtener de preguntarle a otros.
Toda la razón, amiga @bourrbakia. Desde la primera palabra, hasta la palabrota final, no hay desperdicio en tu reflexión.
Yo soy una de las muestras vivientes, caminante en esta plataforma, con 999 interrogantes, aún. Algunas con más envergadura que otras, pero, todas con bastantes expectativas.
Si tan solo obtuviera prontamente un 1% de respuestas...
Pero, a veces pienso -con dolor- que tal vez ya pasó mi tiempo de preguntar y, tal vez, muchas personas como yo; marcharemos a la siguiente estación, sin saber que teníamos derecho a preguntar.
Gracias por compartir tu luz.
Un abrazo.
Ni se te ocurra pensar en eso, ahora en este momento antes de marchar a la siguiente estación estás en una completamente nueva donde necesitas aprender un montón para poder sacarle el máximo provecho.
Tu tiempo de preguntar a penas comienza :).