Desde muy pequeña siempre soñé con una familia feliz como la que tuve. Imaginaba a mis padres llenándonos de mucho amor como siempre acostumbraban a hacerlo conmigo y con mis hermanos. Recuerdo que la alegría desbordada en casa, contagiaba a familiares y amigos. Por todo esto, no puedo quejarme, viví en el seno de una familia feliz. Admiré a mi padre, pero a mi madre, la admiré mucho más. Su humildad y su deseo de servir a los demás, marcaron mi vida.

      Hermosas sorpresas anunciaban perennemente la navidad en casa. Entre música y baile con Billos, Molódicos y Damiron éramos felices. En esos días de corre corre y algarabías mi madre siempre con ánimo y aires frescos está al frente de todo, mis hermanos y yo no aportamos mucho, sólo vemos a mamá y a papá, haciendo compras, adornando la casa, comprando bebidas para el brindis, además de los regalos para la familia.

      ¿Cómo será la navidad en casa cuando sea más grande? ¿Cómo serán mis hijos? ¿Seré consentidora como mi padre o amorosa y cariñosa como mi madre? Qué hermoso, quisiera una familia como la mía. Si me tocara pedir un deseo, pediría ser como mi hermosa madre ¿Cómo será ella con sus nietos? Seguro no querrá apartarse de ellos. Conociéndola tan bien como la conozco, no creo que pueda alejarme de su lado. Es posible que me toque vivir bajo su mismo techo, aunque me gustaría tener lo mismo que ella ha construido junto a mi padre.

      Ha de ser bello tener una familia grande. Me gustaría tener cuatro hijos, dos hembras y dos varones. Mientras más grande la familia, más alegría invadirá nuestro hogar. Mi padre nos cuenta que ellos fueron catorce hermanos, mi madre fue hija única. Para mi abuela paterna fue muy duro criar a todos sus hijos por ser madre soltera pero aún así, logró sacarlos adelante. Mi abuela conoció varias generaciones en su familia, tuvo nietos, bisnietos y tataranietos…

Mi madre también anhela tener muchos nietos. Somos cinco hermanos, si cada uno tenemos cuatro, serán veinte nietos en total. Veinte nietos corriendo y saltando por todos lados, es su sueño.

      Son los años primaverales de mi madre, días inolvidables. Ella tiene un hermoso cabello color negro intenso… espera verlo cambiar de color, espera llenarse de canas. Su tez blanca, su suave tono de voz, sus cuidados, su aroma, su deliciosa comida, sus detalles... llenan mi vida, la de mi padre y la de mis hermanos.

      Mi madre quiere ser la mejor abuela. Dice que será ella quien coloque los nombres a sus nietos. Será ella quien les hará las sopas, quien coserá sus ropitas, quien les hará sus biberones y también quien los bañará los primeros días de sus vidas. Sus hijas hembras, pasarán cuarentena en casa bajo sus cuidados ja,ja,ja. Ya quisiera ver eso…

…Han transcurrido veinte años, hoy veo a mis hijos jugar y gratos recuerdos me acompañan este día. Mi madre también hubiese querido verlos desbordando alegría. Seguramente, desde esta ventana la estuviera contemplando. Ella disfrutó su hermosa primavera pero… la nieve, nunca llegó.