SpanishChallenge #14. Entrada 1: toqué la luz

Pasaba los días escondido, luchando desde la oscuridad por salir, salir de ese oscuro pozo en el que había caída debido a una falsa creencia, un falso don cedido por un ser que realmente lo había relegado a un segundo plano, provocando que quedara atrapado en una oscuridad, extrañamente rodeada de luz. La luz que no conseguía tocar, que se iba alejando del con cada paso, pero que siempre estaba a un salto, a un zarpazo de su mano, pero que nunca llegaba a tocar. Injusto todo ante una persona que valía más que una sencilla oscuridad, atrapado en una habitación oscura por ese ente maligno.

Escuchaba su voz, constante recriminándole su traición, su pecado, sus actos, lo cual hacia que cayera más profundamente en esa oscuridad. La luz, que tan próxima tenia, parecía que se apartaba de él y cuando parecía acercarse, era un espejismo, porque con sus actos la alejaba de sí. Ya creía haberlo perdido todo y efectivamente, así era, o bueno, en parte, para decir verdad. Tanta dureza, tantos golpes, una vida feliz truncada y es que la vida es dura, más dura que un diamante, que una barra de titano, más dura que la oscuridad, la cual reinaba en su cabeza y corazón.

Cansado, pensó en terminar con todo. Escuchaba voces, veía rostros, sentía el roce de otra piel y un sinfín de sensaciones, que se perdían en la oscuridad que lo envolvía. Su vida era rutina. Iba a su trabajo, hacia lo que tenía que hacer, iba a comprar algo de comer, latas básicamente y comida de cocción instantánea, lo justo para sobrellevar la oscuridad reinante. Jamás se habría imaginado que esto pudiera pasar y ya solo le quedaban dos caminos, hacia dos infiernos, evadirse con alcohol o con drogas, o bien con los dos a la vez, eso ya dependería del grado de oscuridad.

Su casa era sombría, oscura, polvo, suciedad, restos de cal en los grifos, suelo sin barrer desde hacía mucho y prácticamente todas las labores de casa por hacer. Solo ponía alguna lavadora, para por lo menos no tener que soportar preguntas sobre su higiene personal, que era justa, una ducha rápida y poco más. No soportaba a la gente, sus rostros y sus voces, pero era un peaje para seguir con su vida, cada vez más oscura y sombría. Odiaba que le dieran los buenos días, ya que esos días buenos habían quedado atrás hacia muchísimo tiempo. No soportaba que le preguntaran por sus vacaciones, por el fin de semana o por cualquier otra cosa, no quería dar explicaciones, quería silencio que apaciguara su oscuridad.
La luz es extraña, al comportarse como ondas y como partículas. Uno pensaría que todo en la vida es un sistema lineal y perfecto, pero no era así, la realidad es que es un sistema aleatorio y perfectamente sombrío, con algún claro puntual. El sabía bien esto, ya que lo vivía cada día.

Ese efecto de la vida, basado en un sistema de números irracionales, que tendían a llevarlo de un lado a otro sin el menor sentido. La volatilidad de su sistema línea de oscuridad lo llevo a un punto al que jamás pensó llegar y fue una intersección tan rápida y fugaz, que cambio su sistema de vida, su forma de verlo todo e incluso, u interpretación. Paso ELLA y la oscuridad, se fue más fácilmente de lo imaginable.

No sería capaz de explicar como ella llego a su vida, como irrumpió en ella o cuánto tiempo estuve en la zona anexa a su oscuridad, intentando tocarle con su luz, pero ella rompió el escudo que impedía la entrada de la luz y la salida de la oscuridad. Tantas veces había el intentado salir de esa oscuridad, corriendo hacia la luz, saltando, atacándola, abalanzándose sobre la luz que lo rodeaba, sin el menor éxito, pero ella, en una fracción de segundo, hizo que su oscuridad se rompiera en mil pedazos. Él no pensaba en alcanzar la luz, pensaba ya en cómo alcanzar la oscuridad absoluta, ya que estaba cansado de la lucha constante por entrar en la luz, pero ella le agarro con fuerza la mano y tiro de él.

Le salvo. Hizo que fueran a limpiar su casa, para después venderla, iban a empezar una nueva vida, lejos de ese agujero de oscuridad, para ser felices. Dejaron sus empleos y se marcharon, lejos, muy lejos, dejándolo todo atrás. Si tiran de ti y los dos corréis lo bastante rápido, es fácil dejar atrás la oscuridad y despistarla. Aquel día que ella le toco, jamás lo olvidaría, porque la oscuridad le estaba llevando al pozo, de donde nunca se vuelve. Ella lo llevo lejos, a un pequeño pueblo costero, que estaba bien, donde podrían emprender una nueva vida, sin estrés, sin agobios, sin sufrimiento, disfrutando de la vida, que era lo único que les interesaba en ese punto.

Iniciaron muchos proyectos, una casa nueva, un nuevo negocio para ganar algo de dinero, una vida juntos, una familia, pero todo aquello eran minucias, ya que el verdadero reto era evitar el regreso de la oscuridad. Ella le cuidaba y velaba para que eso no fuera posible y lo consiguió. El cada noche, antes de irse a dormir, le daba las gracias por haberle sacado de la oscuridad, y es que al final, solo el amor es el capaz de vencer a la oscuridad.