Concurso Cervantes: 1ª Entrega
El estrabismo que sufro en ambos ojos, no me facilita en nada mi trabajo. Prácticamente en casi todas las profesiones padecer este trastorno en la vista pone muchas trabas en el desempeño de la labor o incluso incapacita.
El hecho de ver doble dificultad enormemente mi labor, reduce mi capacidad de desarrollar mis habilidades. Algunas veces, llego a cerrar los ojos y me dejo llevar. Con esfuerzo y tesón continúo con mi vida.
Es muy frustrante ver como la navaja, que con tanto esmero has deslizado hasta su barbilla en un movimiento tan grácil, sutil y preciso, se estrella torpemente con el mentón. Enseguida llega un rápido, cansino y mil veces dicho "perdón". Aun es más embarazoso cuando el dueño de ese mentón se gira hacia a ti, de forma brusca pero a la vez precavida, no olvidemos que hay un filo cercano. En sus ojos puedes ver una mirada con muchos matices; indignación, rabia, desconcierto, no lo pasemos por alto, también está el miedo. Con las tijeras es algo distinto, porque aunque parezca mentira tengo el tiempo justo para rectificar, los años de experiencia algo contarán.
Cualquier otro de mis compañeros habrían cambiado de profesión, pero yo no. No sé hacer otra cosa. Desde los trece años me dedico a esto, creo que ya paso el tren del cambio. Seguiremos en el andén esperando que la habilidad de mis manos compense a estos dos viejos focos estropeados.
Mi párpado izquierdo se impulsa en dirección al techo, consigue despegarse. Me parece distinguir ciertos brillos a través de la ventana. Son los perfiles de los tejados acariciados por los suaves rayos del sol.
Son las siete y cuarenta y cuatro. No me encuentro nada bien, estoy destemplado, siento pesadumbre en mi propio pecho.
Hoy es día treinta y como todos los finales de mes tengo una misión arriesgada y especial.
Cuando el mes se acaba, un día o dos antes de cambiar la hoja del calendario, se presenta él con la forma tan artística en su vestir. No es amigo simplemente el cliente más original a la par que exigente que tengo.
Por cierto no me he presentado, me llamo Artur soy el barbero y vuelvo a estar hecho un manojo de nervios porque hoy me toca arreglarle el bigote a... Salvador Domingo Felipe Jacinto Dalí i Domènech, también conocido como Dalí.
Fuente
Concurso patrocinado por el witness @cervantes. No te olvides de votarlo en la siguiente página: http://www.steemit.com/~witnesses
Buen giro y magnifico relato :D Que malos son los prejuicios e intentar averiguar el final. Mejor porque así aumenta la sorpresa, me ha gustado mucho.
Me alegro que te guste. Muchas gracias por tus palabras
Buen escrito, gran aporte amigo
Gracias amigo
Me encantan las vueltas de tuerca, bien manejada! Suerte en el concurso :D