Diario de un asesino a sueldo

Son las 3am, mi próximo encargo está saliendo de trabajar, estamos en Galicia, un pueblo llamado Foz, hay muchas calles pequeñas, con poca luz, y ya está todo preparado, cuando llegué el momento, le asaltaré por detrás, inmediatamente le taparé la boca y inyectaré en el cuello una dosis mortal de barbitúricos, no habrá sangre en el lugar del crimen...

A las 3:17 se mete en una pequeña calle donde puedo hacerlo todo como está planeado, intenta gritar, pero no puede, simplemente ha acabado... hay que ver hasta que punto puede llegar un marido cuando descubre que su ahora ex esposo le es infiel. Queda la rutina, deshacerme del cuerpo, no penséis que lo voy a descuartizar y dárselo a los perros, ¿eh? eso solo se hace en las películas, a demás, soy un asesino, no un psicópata, normalmente suelo llevárselos a Victor, un contacto en el forense, pero esta vez, aprovechando que tengo el puerto al lado, bastará con hundirlo, nadie buscará allí.

Otro encargo cumplido, sin problemas, casi sin sentir remordimientos.... este es el numero 27.... 2000€ te dan para vivir unos meses sin tener que matar.... pero tendré que volver a hacerlo, tendré que hacerlo si quiero comer. Un hombre como yo, que se ha alistado en el ejercito a los 18 por que nadie le contrataba para otra cosa no puede hacer otra cosa.

Lo más duro de este oficio no es el miedo a que te arresten, al fin y al cabo... se acabaría matar, tendría una cama con techo, comida... incluso podría estudiar en la cárcel, no es eso, lo más duro es lo que te hace a ti... Te vuelve frió, distante.... no recuerdo la última vez que quise a alguien.... ¿cuantos años tenia, 17...18? da igual me conformo con prostitutas de vez en cuando.... es mejor así... mejor para todos.

Ahora parece que todo es muy fácil.... pero, no os creeríais como fue la primera vez que maté a un hombre fuera del ejercito.