La Punta, un pueblo lleno de hoteles, ocio, restaurantes, discotecas, etc, pero que mantiene su idiosincrasia marinera. Muerto y frío en Invierno, lleno hasta los topes en Verano, época en la que siempre apesta a dinero, lujo y droga... mucha droga, con todo lo que ello implica.

Una familia local honrada dispone de una semana de vacaciones, deciden pasarla en un aparcamiento del pueblo al cual llegan de noche. No hay nadie, pasan una noche tranquila. A la mañana siguiente el aparcamiento está casi lleno, no paran de llegar gente dando voces, con bolsas de bebida y la música a tope, por lo que salieron de allí a otra zona del pueblo.

El día siguiente, ya estaban en otro aparcamiento delante de uno de los 10 hoteles lujosos que había en la misma calle. Hoteles pegados a la playa, donde se supone que está prohibido construir y donde antes había una flora y fauna muy especial. Estaba lleno de camaleones, hoy en día no hay camaleones no, hay unicornios, cientos de flotadores de unicornio de turistas que van a la playa con ellos, donde es peligroso usar flotadores así, flotadores hechos para piscina.

La familia trató de dar un paseo en bicicleta pero los guiris y señoras obesas no tenían muchas ganas de apartarse del carril bici y andar por la acera... Así que volvieron, dejaron las bicis y fueron andando por otro camino.

A los cinco minutos de caminata, un hombre practicando running les tocó las palmas en las nucas y fueron empujados solo porque al hombre le dió la gana. Por suerte nadie fue herido. Más tarde, presenciaron a lo lejos como unos jóvenes, en la mayoría de edad, rallaban coches, tiraban piedras a los cristales y salieron corriendo. Ese día lo pasaron ayudando a las victimas.

El día siguiente cambiaron de sitio, fueron a un lugar más tranquilo, un espigón tranquilo alejado del pueblo, donde podían pescar.
No pasó mucho tiempo hasta que el mar se llenó de embarcaciones de recreo con esquís acuaticos, otros con perritos calientes, luego barcos de turistas, kayaks, motos de agua a tutiplén haciendo el ganso, niños gritando soeces a la gente mientras se fumaban un porrito (y quien sabe qué más), etc. El agua tenía manchas de gasolina y en otras zonas se puso blanca.

A la noche, vieron como un barco que no llevaba luz dejaba caer al agua algo parecido a un maletín, enseguida supieron lo que era, se montaron en el coche y se largaron de allí, mientras en dirección contraria llegaba la policía.

Nunca más volvieron a ese lugar que a simple vista tenía un paisaje impresionante, había mucho ocio y "diversión", no obstante, era un vertedero de gente basura. Gente adinerada que eso es lo único que tiene, dinero.

Fuentes

El microrelato es 100% original mío.

La imágen de portada la he creado con imágenes gratis de la aplicación Canva

Basado en un pueblo real.

Disculpen que este finde no haya subido microrelato y haya roto el reto de hacer un relato todos los días tras 11 jornadas seguidas haciéndolo todo bien. Necesitaba desconectar y pensar en mi futuro.

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Posteado desde mi blog de Wordpress SteemPress : https://arkmy.000webhostapp.com/2019/07/caiga-el-lujo-en-punta-microrelato-original-12

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