Concurso Cervantes: 7ª Entrega

aleli (54)in #spanish • 7 years ago (edited)

El espiral

Me desperté temprano para ir a trabajar, el sol aún no se había asomado entre las nubes. Caminé desde mi casa hasta el hospital, no era el mejor trabajo pero al menos alcanzaba para alimentar a mi familia. Como mis padres ya no contaban con la fuerza necesaria para labrar el campo, mi hermano se encargaba de eso. No obstante, necesitábamos más ingresos.

Apenas llegué solo podía pensar en las bacterias de los enfermos reproduciéndose en los rincones que debía limpiar. Comencé trapeando el piso de una de las salas más concurridas del hospital. De entre la gente, llamó mi atención una desdichada vieja al borde de la muerte. La mirada, que refleja los deseos del alma, se clavaba en el suelo de forma inexpresiva. Podía inferir que esperaba a que el sufrimiento acabase, su interminable agonía al fin pasara. Quizás se encontraba aletargada, guardando su aliento para los momentos finales. Quizás pensaba en su familia: si están vivos ¿estarán felices?, si murieron ¿por qué? o incluso, ¿cuándo lo hará ella?

Fuente

Me pregunté: ¿cómo puedo descubrir lo que se esconde tras esta enigmática mujer? Solo veo pena y sufrimiento a un nivel es tan hondo que su sensibilidad es otra. Sé que bajó paulatinamente las escaleras de la amargura, mientras la pesadumbre incrementaba y destruía su corazón. Eso la dejó tan exhausta que no pudo regresar sobre sus pasos. El llanto de los primeros escalones, lo percibe como la debilidad que ya no tiene. Ahora, acepta el espinoso camino hacia el valle de sombras, lo reconoce como el curso natural de su vida. Aunque no necesariamente debía ser así, quizás estaba destinada a realizar grandes hazañas, pero ciertas eventualidades se lo impidieron.

La depresión se apropió de su ser, por lo que sus anhelos fueron desechados, quedándose solamente con el instinto básico de supervivencia. Quizás por eso su mirada está en el suelo, donde yacen sus sueños, sus esperanzas, hacia donde se dirige inevitablemente. La certeza de la muerte es lo único que no desaparece al pasar los años, no importan los buenos o malos ratos. Nuestra piel se pudrirá y otros organismos nos devorarán. La vida es solo una ilusión que acaba cuando aceptas que aunque huyas, esa hermosa dama llegará a tu lado para llevarte a la nada.

Al llegar a este pensamiento frío, me di cuenta que había caído nuevamente en el espiral infinito de tristeza y desesperación. Pero de nada servía dejar de pensar en él, siempre regresaba, era el sentimiento que me producía trabajar al lado de tantos enfermos.