Historia de amor “Me enamore al verte”
Esta es una historia donde demuestra que el amor no se puede comprar, donde demuestra que en el corazón no se manda.
Juan vivía en pueblo alejado de la ciudad, hace una semana había acabado su carrera para ser profesor y estaba decidido de tomar camino hacia la ciudad para probar surte en alguna escuela y poder instalarse, pero solo tenia un problema no iba a ir solo el iba a viajar con su esposa realmente era muy joven para estar casado pero sus padre habían quedado en un trato con los padres de su esposa “Carmen ” y debía partir a hacer su vida lejos de casa con una mujer a la que no amaba. El estaba feliz por una parte pues el sabia muy bien que por fin podría trabajar de lo que tanto había soñado ser “Educador” pero realmente el no era feliz, porque no amaba a su mujer ellos aun siendo casados eran muy distantes y fríos no había amor ni cariño. Llegaron a la ciudad y pudieron comprar una pequeña casa gracias el generoso cheque que su suegro le había dado a Juan, después de unos días los dos consiguieron trabajo gracias a conocidos que tenían trabajando en instituciones de gobierno, los dos llegaron a dar clases en una preparatoria prestigiada. Realmente Juan estaba enormemente feliz de lo mucho que había podido realizar después de varios años de estudiar él sabia que su momento había llegado, tenia que esforzarse machísimo.
Juan se había presentado en su primer día de trabajo muy relajado y con yoda la actitud estaciono su auto en el espacio que le correspondía, se dirigió al edifico trasero de la escuela hacia el salón que le habían asignado para dar clase, cuando de repente se percato de una mujer caminando hacia el mismo edifico, era alta, cabello castaño, y una sonrisa muy particular que provocaba felicidad a los alumnos, el había quedado impactado de la belleza de aquella mujer que don su rostro pálido y su mirada inocente se acercó había el para darle los buenos días y la bienvenida a la escuela. El nerviosos y con sus manos sudando le pregunto su nombre a aquella mujer que deslumbraba de lo hermosa, y carismática que era. Ella sutilmente le dio su nombre “Alejandra”. Juan había quedado realmente fascinado con su belleza. Cuando llego a su salón donde impartió su clase sus alumnos notaron en su profesor una gran sonrisa y unos ojos vidriosos de felicidad, pasaron varias semanas Juan y Alejandra se habían echo mas amigos íntimos, mientras que su esposa estaba cada día mas en el olvido.
En una noche de fiesta Juan había decidió besar a Alejandra y ella había respondido de la misma manera, después de ese beso los dos automáticamente se habían enamorado estaban decidíos a vivir juntos pero había un gran problema la esposa de Juan se había enamorado de su esposo, y Juan simplemente no quería lastimarla pero sabia que la lastimaba sabiendo ella que nunca él la pudo amar como amaba a Alejandra. Juan llego como todos los días a su casa, vio sentada a Carmen en el sillón viendo las noticias, Juan apago el televisor y le pidió a Carmen que lo escuchara y le explico que nunca había sido feliz a su lado, que su matrimonio había sido por el trato de sus padres, ella con lagrimas en los ojos le dijo que fuera feliz, ella ya se había acostumbrado a su frialdad hacia ella y que estaba consiente que pronto la dejaría. Le pidió que al irse de su casa le dejara las llaves en el centro de mesa, y apagara la luz.
Por más cruel que se escuche a veces el amor puede ser muy cruel para una persona, pero para la otra puede ser lo más hermoso que le haya pasado, pero difícilmente aceptamos una realidad y esa realidad es que no podemos aferrarnos a una persona, si esa persona no nos quiere.
