La fiesta de disfraces de los vecinos (Erotico)
El desván es un espacio para sentarse a leer mis historias, poemas, reflexiones y otras manifestaciones literarias, donde la realidad y la ficción se entrelazan dándole a la vida esa magia de lo indecible. Un lugar para soñar, reír, llorar, transportarnos a mundos, cercanos y lejanos, embarcados en la nave más rápida que se haya inventado: la imaginación.
Fuente
Después de discutirlo decidimos aceptar la invitación de los vecinos para asistir a una fiesta de disfraces que harían esa noche.
Me pareció tonto el que tuviéramos que regresar a nuestra época carnavalesca y peor aún no tenía disfraz, así que me fui a comprar uno.
Mi esposa ya tenía uno de negrita que desempolvó y quedamos en vernos allí.
Yo iría disfrazado de Batman.
Cuando por fin logro encontrarlo me consigo con Andrés, un viejo amigo y terminamos por tomarnos unos tragos mientras jugamos billar.
Cuando veo el reloj ya son casi las 11 de la noche y consciente que de no ir a la fiesta tendría una pelea indeseada, tomo mi batimovil y me enfundo el disfraz en el estacionamiento.
Cuando llego el lugar está repleto, por lo que eso me calma.
Me pongo a buscar a mi esposa y tras algunos minutos la encuentro.
El disfraz de negrita resalta sus curvas.
Intento darle una excusa por la hora pero no me responde, por lo que supongo está disgustada, así que aprovechando una tanda de boleros me la llevo a la pista a bailar.
El roce de los cuerpos, el alcohol que ya me tiene medio mareado y el contacto de sus senos que tienen los pezones enhiestos me ponen caliente y tengo una erección que sin dudas ella nota, porque se pega más a mi cuerpo.
Nos besamos y le digo al oído.
-¿Qué te parece si hacemos el amor en el jardín?
Hay un jardín trasero solitario y en muchas ocasiones habíamos comentado morbosamente que de vivir en esa casa lo haríamos allí.
La llevo del brazo y nos vamos hasta allá.
Estoy borracho pero excitado.
Como toda una malvada gatubela ella logra zafarme mi baticinturon y tomar posesión con su boca de mi miembro.
En pocos minutos me encuentro tirado de espadas en la grama, mirando las estrellas que giran.
Se baja su pantalón hasta las rodillas y en un perfecto 69 su sexo caliente y húmedo queda al alcance de mi boca.
Mi lengua lo toca y lame haciendo que sus gemidos se mezclen con la música que llega desde la casa, mientras la suya hace piruetas en el mío, como nunca antes lo había hecho.
Cuando estoy resignado a que la fantasía acabará con mi eyaculación en su boca, ella en un movimiento rápido se introduce mi pene en su vagina y como jinete ante un rodeo hace movimientos rápidos y rítmicos, logrando alargar el instante de mi final hasta ella obtener un orgasmo, que acompaña de un poderoso grito de satisfacción.
Quedó como boxeador que ha sido golpeado salvajemente y tardo unos minutos en poder levantarme.
Ya ella se ha marchado a seguir la fiesta.
Regreso al lugar y me la consigo en la puerta esperándome.
-¿Dónde carajo estabas? Tengo toda la noche esperándote.
Mi cerebro hace cortocircuito.
-Te he llamado mil veces al celular y suena apagado, si no querías venir no lo hubieses hecho, pero no me hagas hacer el papel de cenicienta esperándote, porque estoy disfrazada de negrita no de princesa.
Entonces entre las brumas del alcohol que ha ido pasando por el ejercicio sexual comprendo.
Le he hecho el amor a otra negrita.
Reseñado por @joseph1956 para
@acropolis es un proyecto que desea promover el arte en sus distintas manifestaciones y la cultura en steemit, a través de la publicación y curación de contenido de calidad. ¿Quieres formar parte del proyecto? ¿deseas apoyarnos? ingresa a nuestro canal de discord. Te esperamos.
Interesante historia, @acropolis.
Nunca se sabrá cuantos Batman habían en la fiesta... y quizá el berrinche de la negrita oficial solo era una pantalla para encubrir una batiaventura similar.