Fenomenología del amor. Una reflexión sobre el nacimiento.

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El mundo es un caos. No lo sabes. Pasarán varios años para que empieces a darte cuenta de ello. Siento que desde este momento, a unas horas de que has nacido, debo pedirte perdón. Calma un poco mi espíritu el hecho de que antes de que te decepciones y tengas que vivir en este marasmo existencial, vivirás en un proceso de capacidad de asombro.

Vas a maravillarte día a día por las cosas hermosas que habrá a tu alrededor. Los colores, los sabores, las texturas; todo será nuevo y hermoso para ti. Así es el mundo, la naturaleza, la vida; todo es esperanza. El mundo es un caos, no por propia voluntad. La tierra no quiere vivir mal herida, lastimada, como hasta ahora. El caos es el propio ser humano.

Algo que amo de la vida es que el ser humano está lleno de virtudes. Esta palabra, como muchas más irás aprendiendo. ¿Cuál será la primera que pronunciarás? La virtud, es un rasgo distintivo de la exquisitez en la vida. Sin embargo, y reconociendo que el ser humano es imperfecto, está lleno también de defectos. Esto es lo que ha llevado al caos al mundo.

El ser humano, amada mía, ha sido dominado por la maldad y no solo está destruyendo el mundo sino su propia existencia. El amor propio se ha extraviado. Y aquí estamos tú y yo, en medio de todo esto. Yo sentado en mi sillón favorito, el cual me ha acompañado en muchas tardes cuando estoy reflexionando. Estoy sentado pensando y tú en mi regazo. Qué frágil te vez.

Mueves constantemente tus manitas. Tu olor es muy particular, lloras. Lloras no por sufrimiento sino porque es tu forma de expresarte. No te preocupes, después vendrá el habla. Dirás cosas hermosas. Existe una palabra maravillosa: amor. Cuando la pronuncias sentirás el efecto que esta genera en tu cuerpo y espíritu. Es una palabra que es capaz de cambiar las cosas.

Tal vez eso es lo que nos hace falta. No solo pronunciar de manera insistente la palabra, sino vivirla de manera genuina. Es lo que pienso enseñarte. A no perder la esperanza y creer firmemente en que el amor cambiará para bien este mundo. El amor es el antídoto para el caos. Te quiero tanto hermosa bebé. Seguro tú cuando crezcas me dirás lo mismo, que me quieres. Ambos seremos felices.

Estamos aquí, hermosa criatura, yo y tu familia para protegerse y darte lo mejor de nosotros. Cuando vayas creciendo te irás formando como una guerrera. Librarás la batalla del amor. Cambiarás tu mundo. No permitirás que la esperanza se nuble por tanta incertidumbre y podredumbre que hay en este mundo. Serás feliz, porque ese es un derecho que tenemos como seres humanos.

Amarás y serás amada. La familia lo hace en estos momentos. Todos te rodeamos y procuramos. Estamos escuchando tu peculiar forma de llorar. Poco a poco iremos acostumbrándonos a tu lenguaje del llanto. Te queremos tanto. Aquí estoy, sentado en este inseparable sillón. Ha llegado tu mamá un poco cansada y alegremente feliz. Te quiere cargar.

Ahora ella está sentada. Te mira, te acaricia, te huele, te quiere. Curioso, los ojos hermosos de tu madre se llenan de llanto. Esas lágrimas son el reflejo de la pureza de su alma. Conozco a tu mamá. Hemos sido amigos desde hace muchos años. Vino a visitarme en esta que también será tu hogar. Viene a visitarme muy seguido. Tú cuando crezcas también lo harás.

Tú y yo seremos grandes amigos. Como lo somos tu mamá y un servidor. Es una gran amiga, tú lo serás. El amor fraternal dominará nuestras vidas.