Interacciones en Comunidades: Algunos Criterios Eco-Evolutivos

La vida ha tardado miles de años en evolucionar, y la presencia de múltiples individuos de diferentes especies, de cierta manera ha generado cierto equilibrio, que incluso ha sido realmente importante para la evolución y presencia de muchos elementos abióticos que hoy conforman nuestro planeta. Las comunidades se han agrupado y han establecido una sinergia importante que hoy les permite a muchas mantenerse en el tiempo.

Sin embargo, existen algunos elementos limitativos del planeta, que actúan como presiones selectivas, y que generan competencias entre una o más especies, en esa lucha por la existencia, que incluso ha sido desarrollado en publicaciones anteriores.

Una comunidad desde el punto de vista ecológico, detallando los niveles de organización, luego de individuos, se refiere la unión de todas las poblaciones que interactúan en un ecosistema, definiéndose como el factor biótico (con vida) del mismo. Algunas de las interacciones pueden ser: depredación, competencia, parasitismo y mutualismo. He de mencionar que, estas limitan el tamaño de las poblaciones.

Imagen 1. Objetivos de las interacciones entre comunidades. Autor: @alexaivytorres

Veamos este proceso desde el caso Depredador-presa. Cuando un depredador deja a una presa viva, esta ha demostrado que tiene las capacidades de sobrevivencia. El hecho que pueda seguir vivo, hará que este pueda engendrar descendencia y hacer dominante su genética en el tiempo. El depredador actuará entonces contra aquellas que no tengan las mejores capacidades y aptitudes, a la vez que puede moldear el comportamiento de la población. Entonces ese proceso, en el que dos especies que interactúan se manifiestan como agentes de selección natural (presión selectiva) una sobre la otra, en un tiempo prolongado, se conoce como COEVOLUCIÓN.

Imagen 2. Adaptaciones y nichos ecológicos. Autor: @alexaivytorres

Hablar de nicho ecológico no sólo se refiere al hogar físico o hábitat, sino toda función que una especie cumple dentro de un ecosistema. El nicho además incluye, los factores abióticos necesarios para la sobrevivencia y reproducción de una especie.

Imagen 3. Definición de nicho ecológico. Autor: @alexaivytorres

La competencia, como interacción se genera cuando existen recursos limitados, que son necesarios para una u otra especie. Estos elementos o recursos pueden ser energía, alimentación, espacio o reproducción. Este tipo de interacción en muchas ocasiones viene además a ser la causa del flujo génico, que a su vez actúa como fuente de variabilidad.

Puede ser de dos tipos:

• Competencia interespecífica: competencias interactivas entre especies diferentes por los factores antes mencionados. En este tipo generalmente las especies involucradas sufren daños pues hay una significativa reducción de los recursos por ser limitados. Thomas Malthus planteaba que las especies crecían de una manera geométrica (multiplicada sobre una base) y los recursos en proyecciones aritméticas (sumativa) lo que genera una lucha por la existencia.

• La competencia intraespecífica: comprende la interacción entre individuos de una misma especie, y puede considerarse una de las más intensas, pues ejerce resistencia ambiental, lo que limita el tamaño de una población.

Imagen 4. Efecto evolutivo de la competencia interespecífica. Autor: @alexaivytorres

Así como dos individuos cualesquiera no pueden existir en un mismo espacio físico, tampoco pueden habitar en el mismo nicho ecológico. El principio de exlusión competitiva de Gause (Citado por Audersick) mantiene la hipótesis de que si llegasen a convivir dos individuos bajo un mismo nicho ecológico, se genera una competencia por recursos limitados, tan sentida que, una de ellas desaparecería a la otra, pues la llevaría a la extinción.

Esta situación ocurre con ciertas especies introducidas. En Venezuela es muy sentida, con la introducción accidental del pez león, quien ha acabado en gran proporción con las especies endémicas de esos ecosistemas costeros. Esta situación ha llevado a que sea inducida su pesca y libre comercialización, para acabar con lo que se ha convertido para las demás especies, en una plaga, que atenta con la desaparición de otras.

Ya sabemos, pues a lo largo de mis publicaciones lo he resaltado bastante, que la selección natural siempre beneficia un carácter. En este caso, viene a favorecer a los individuos que tengan menos competencia. Esta situación ha hecho que las especies desarrollen adaptaciones morfológicas y conductuales que reducen sus interacciones competitivas. ¿Cómo lo hacen? Pues es el caso muy típico de los pinzones de Darwin, quienes desarrollaron hábitos y comportamientos diferentes de acuerdo a su alimentación, lo que les permite coexistir y perpetuarse, a pesar de venir del mismo ancestro evolutivo.

Los depredadores no sólo moldean las poblaciones de presa, como les mencioné anteriormente; sino además deben mantener buenas capacidades para comer. Si bien las presas deben ser hábiles para no ser atrapadas, los depredadores deben tener excelentes condiciones. En consecuencia, han sido dotados de garras, colmillos, y cualquier otro carácter morfológico que le permite actuar.

Imagen 5. Características de los depredadores. Autor: @alexaivytorres

Las presas por su parte mantienen una visión lateral que le permite estar alerta, y generalmente mantiene su piel con ciertas características que le permite camuflarse. Vemos entonces que, esa intrínseca relación se muestra como un proceso coevolutivo.

Imagen 6. Características de las Presas. Autor: @alexaivytorres

Los herbívoros (animales que comen pasto) generalmente comen el cuerpo del vegetal que sale del sustrato, más no sus raíces, de esta manera actúa como una podadora de plantas, esto genera una fuerte presión selectiva, para estas, quienes deben evitar ser devoradas completamente. En consecuencia, han adaptado la presencia de ciertas sustancias químicas tóxicas o desagradables al gusto, con la intención de no ser consumidas.

En algún momento de la historia evolutiva de este grupo vegetal, los pastos incorporaron a su estructura sustancias silíceas, que la hacen sentir vitrificada, y en consecuencia puede ser difícil de masticar. Sin embargo, ciertos animales, entre ellos los caballos, adoptaron dientes más fuertes y con resistencia al desgaste con un esmalte más grueso. La situación entonces refleja claramente una relación coevolutiva bastante marcada.

La evolución cultural, que ha superado la evolución orgánica, de alguna manera ha desdibujado nuestro nicho ecológico, pues el ecosistema urbano se ha adaptado a nuestras necesidades, y no es necesario desarrollar caracteres extraordinarios para evitar las presiones selectivas del ambiente. ¿Qué le devolvemos a la naturaleza? ¿Somos controladores o exterminadores de poblaciones? ¿Somos dispersadores de semillas? ¿Contribuimos con la polinización de plantas o las usamos de adornos?

Nos hemos agrupado en comunidades, donde se generan competencias intraespecíficas. Ya el temor por ser consumido por un depredador es casi nulo, por lo que no nos consideramos presa. En consecuencia hemos perdido, la mayoría capacidades de defensa que tal vez fueron empleadas por nuestros antepasados. Podemos además ser apreciados como depredadores, pero consumimos carne muerta, la cual adquirimos con nuestras ganancias, y no cazamos. Además sembramos utilizando productos químicos que afectan a otras plantas, e incluso los suelos y nuestra propia salud.

Es increíble como el sentido de pertenencia con GAIA se ha desquebrajado cada vez más, y el volver a nuestras raíces no se muestra como una opción de la mayoría. Entonces descartamos esas relaciones interespecíficas, y reinan las intraespecíficas, luchamos contra nosotros mismos como especie. Las necesidades de la lucha, se sienten incluso por causas parecidas, recursos limitados, pero tal vez para adquirir económicamente, ansias de poder, pérdida de la bioética, corrupción, y tal vez una mala aplicación de la terminología evolutiva “sobrevive el más apto”.

La vida se organiza de una manera asombrosa, y las interacciones entre las comunidades así lo demuestran, pues reflejan procesos coevolutivos profundos. Depredadores, presas, herbívoros, plantas, han encontrado la manera de ser favorecidos por la selección natural y mantenerse en el tiempo.

Resumiendo, pudiésemos decir que el nicho ecológico viene a englobar todos los aspectos referentes al hábitat y la interacción de las especies con los otros elementos tanto bióticos, como abióticos.

El hombre ha superado a las demás especies, ya no se adapta al ambiente, sino que cambia las condiciones del mismo a lo que amerita su vida. Es necesario entonces, fortalecer los valores ambientales, el volver a nuestra esencia misma, para tratar de devolver a nuestro planeta, todas las maravillas que ella nos ha brindado.

Referencias

Audesirk, T.; Audesirk, G., Byers, B. (2008). Biología. Pearson: México

Observación sobre las imágenes

Todas las imágenes pertenecen a @alexaivytorres y han sido capturadas con mi dispositivo Huawei P20 y editadas en Microsoft Power Point.