La leyenda de Gara y Jonay

Pronto serían las fiestas de Beñesmén, las celebraciones mas importantes del pueblo guanche en las islas canarias. Tenían lugar tras la recolección agrícola, a final de agosto y era un momento ideal para el reencuentro entre las poblaciones aborígenes.

Faltaba poco para que arribaran a la isla de La Gomera. En esos meses el mar es muy tranquilo y navegable. Los Menceyes y nobles principales de la isla cercana llamada Tenerife llegaron en una pequeña embarcación.

Como era tradición, las jóvenes gomeras fueron a los “Chorros de Epina”. Gara, la joven princesa de Agulo, fue también con ellas.

El agua de la fuente de Epina se decía que tenía propiedades mágicas.

Según la tradición, en un pequeño estanque, fabricado a propósito, las jóvenes debían mirar su rostro en el agua mezclada de los siete chorros y lo debían hacer con los rayos primeros del amanecer.

Si la imagen reflejada era calmada y clara, ese año la joven encontraría pareja, pero si el reflejo era turbio y lleno de sombras, la desgracia aguardaría sigilosa como una araña en la esquina de su tela.

La joven princesa Gara, feliz y risueña, acercó entre bromas su cara al charco. Al principio, el reflejo de su imagen alegre fue nítido y quieto, pero pronto el agua se cubrió de sombras y comenzó a agitarse, hasta que en vez de su rostro apareció un rojo de fuego que perturbó el líquido, dejándolo sucio y revuelto.

[](Catálogo de la exposición de la Cueva Pintada en Galdar)

Gerían, el viejo guañame o gurú, se le acercó misterioso y le dijo:

“El agua se quema con la sombra del fuego. La muerte acecha. Lo de arriba es lo de abajo. Lo que tiene que suceder, sucederá...”

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Gara calló presa de temor y asombro. La chicas asustadas corrieron al pueblo y pronto todos conocieron el terrible augurio.

Desembarcaron los Menceyes y nobles de Tenerife a las playas de La Gomera para compartir las fiestas de Beñesmen.

[](Catálogo de la exposición de la Cueva Pintada en Galdar)

El Mencey de Adeje llegó en compañía de su hijo Jonay, un joven de 25 añis que pronto destacó en todos los juegos y torneos. Jonay era un chico inteligente, fuerte y ágil que superó a todos en la alzada de pesos y en otras competiciones en las que tomó parte.

En los fuegos nocturnos deleitó a todos contando historias, cantando y bailando mientras Gara lo mirada extasiada.

Ambos se descubrieron en sus miradas de ojos negros y no pudieron evitar que el amor les alcanzarse. Se sentían enamorados, no podían respirar sin la presencia del otro.

Se lo comunicaron a sus padres y pidieron que acordaran su casamiento. Los padres gustosos accedieron y pronto corrió la noticia entre los guanches que saltaron de jubilo. La alegría de las fiestas del Beñesmen no podía ser mayor cuando se hizo público su compromiso...

[Jonay y Gara](Catálogo de la Cueva Pintada en Galdar)

Apenas se tuvo noticia del próximo enlace, inesperadamente, el mar comenzó a borbotear, como en ebullición, y la tierra comenzó a temblar y llenarse de estampidos y ruidos sordos prolongados.

Luego la cima del Teide, el gran volcán de Tenerife, explotó por los aires y comenzó a arrojar lava y fuego por su cráter.

La erupción era muy furiosa y desde La Gomera se podían observar largas coladas de lava, como lenguas encendidas, que se alargaban desde la cima hacia el mar, despidiendo hacia la atmósfera grandes nubes altas de ceniza incandescente.

[]((http://www.t13.cl/noticia/mundo/mas-40.000-evacuados-amenaza-erupcion-volcanica-bali)

Fue entonces cuando recordaron el misterioso augurio del viejo vidente:

“El agua se quema con la sombra del fuego. La muerte acecha. Lo de arriba es lo de abajo. Lo que tiene que suceder, sucederá...”

Gara y Jonay, agua y fuego...

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Gara era princesa de Agulo, el lugar del agua. Jonay lo era de la tierra del fuego, de la isla de Tenerife, actualmente el infierno.

El enlace, no podía ser. El agua apaga el fuego. El fuego consume al agua. Gara y Jonay, agua y fuego. Imposible su casamiento, intolerante su mezcla, inconcebible su alianza.

Las terribles llamaradas que brotaban del Teide lo confirmaban. Era un mal presagio. Aquel amor no era posible. Si no se separaban ambos, solo grandes males podían suceder.

Bajo amenaza, juraron a sus padres que no volverían a encontrarse. Su enlace quedó maldito.

Entonces, la furia del Teide calmó y su boca se cerró, manteniendo dentro el fuego. Las aguas se tranquilizaron y, sin peligro en la travesía entre islas, regresaron a Tenerife los Menceyes y nobles que se habían desplazado hasta La Gomera.

Más, el joven Jonay no podía olvidarse de Gara. Sentía en su pecho un dolor infinito, como un quebranto horrible e interminable. Se sentía lánguido como un ser sin vida. Solo pensaba en Gara, necesitaba volverla a ver, tenerla al lado, fundirse en un abrazo.

Apesar de las prohibiciones, necesitaba volver con ella. Nada importaba la maldición que se cernía sobre ellos.

Canarias desde el satélite

Espero a una noche de mar tranquilo y Jonay se lanzó al agua con dos vejigas de animales hinchadas de aire y atadas a la cintura. Con decisión, atravesó la distancia a nado que le separaba de su amada.

Las vejigas le ayudaban a flotar. Cuando estaba a punto de rendirse por el cansancio, el recuerdo de Gara en su memoria le daba ánimos para recuperarse y seguir nadando. Brazada a brazada se fue haciendo el alba y con ella se comenzaron a ver las playas de La Gomera.

“El fuego habrá de consumirte.”

Esa frase de Gerián resonaba en los oídos de Gara.

Un fuego enorme y desmesurado sintió en su cuerpo cuando, ante ella, apareció Jonay. Con sigilo había conseguido llegar para abrazarla apasionadamente.

Decidieron huir. Se escaparon entre los montes de laurisilva para refugiarse en el Monte del Cedro. Allí se entregaron al amor, se fundieron en sus ansiados abrazos y besos. Su felicidad era total, pero no podía durar mucho aquella pasión furtiva.

Lo había dicho Gerián. Cuando el rostro de Gara desapareció en el reflejo del agua de los Chorros de Epina y apareció en su lugar un resplandor de fuego sobre el líquido revuelto, sucio, y anochecido..

La muerte acecha. Lo de arriba es lo de abajo. Lo que tiene que suceder, sucederá...”

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Cuando el padre de Gara descubrió la huida de su hija con Jonay, salió a perseguirlos con su pueblo. Los encontraron en la cumbre más alta de la Gomera . Cuando los divisaron estaban estrechamente unidos, amándose.

Si los cogian los volverían a separar. Pensarlo tan siquiera les quitaba a los dos la respiración. Antes preferían lanzarse al vacío.

Gara, la princesa del agua y Jonay el príncipe de la tierra del fuego, buscaron la muerte.

Jonay afiló con su cuchillo los extremos de una vara recia de cedro y la colocó entre su pecho y el de Gara.

Gara se recostó en el suelo y Jonay sobre ella. Apoyó ambas puntas hirientes sobre sus corazones. Luego, sin decirse nada, mirándose a los ojos, Jonay y Gara se apretaron con fuerza fundiéndose en un abrazo mortal, sintiendo como la vara de cedro los traspasaba, como sus borbotones de sangre se mezclaban por efecto del empuje desesperado del abrazo.

Así los encontraron, fundidos y quietos, uno sobre otro, quietamente unidos. Entonces, el agua y el fuego fue un solo cuerpo. Lo de arriba es lo de abajo, la mezcla de ambos en un abrazo de sangre.

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El Parque Nacional de Garajonay

El centro de la isla de La Gomera alberga un bosque de laurisilva. Esta combinación de vegetación de hoja perenne, era la que cubría gran parte de la superficie de Europa en el periodo Terciario.

Es un bosque muy frondoso que ocupa el 10% de la superficie de la isla y que condensa mucha humedad.

Esta reliquia arqueológica ha llegado hasta nosotros desde el periodo Terciario, el tiempo que siguió a la desaparición de los dinosaurios.

Desde 1981, es un Parque Nacional que se denomina, en recuerdo con esta leyenda guanche, el Parque Nacional del Garajonay

En 1986, la Unesco lo incluyó entre los bienes que forman parte del Patrimonio de la Humanidad. Mas tarde, en el año 2012, se declaró Reserva de la Biosfera conjuntamente con toda la isla.

Fue un gran acierto emplear la leyenda de Gara y Jonay para denominar este paraje natural tan impresionante. No te parece?

Espero, sinceramente, que te haya gustado esta publicación. La he escrito con ilusión. Mi intención ha sido proporcionarte información, sin resultar aburrido. Espero que nos sigamos viendo en otras ocasiones.

Las fotografías sin referencias son mias, las hice con mi iPhone 6 y con la cámara Coolpix 5400. También soy el autor de todos los dibujos separadores. Me inspiré en motivos decorativos guanches para dibujarlos.

¡Espero tus comentarios!

¡Nos vemos!

¡Buen Camino!