Yamasan Ramen House es uno de los mejor rankeados en la Ciudad de México para comer este manjar de la gastronomía japonesa, que en los últimos dos años se ha popularizado mucho en el mundo occidental, a pesar de que en Japón lo han comido desde la Segunda Guerra Mundial.

Yamasan es un lugar pequeño, medio escondido en la concurrida calle de Tamaulipas en la Condesa, junto a un estacionamiento público. Los administradores del lugar han cuidado muchos los detalles para que desde el momento en que entras te sientas transportado a un local típico de las calles de Tokio.

Predomina el rojo y el negro en la decoración, y destacan algunos elementos cliché como cerditos y gatitos. En cuanto pones un pie adentro, los meseros te reciben con un buenas tardes gritado que casi suena japonés, y te despiden con un gracias igual de entusiasta.

Cuentan con pocas mesas, pequeñas, una barra donde puedes ver cómo preparan tu comida y un espejo para dar un poquito más de amplitud al lugar. Suena música ochentera (al menos cuando nosotros lo visitamos, así fue) y en las pantallas transmiten imágenes de la vida cotidiana en diversos poblados de Japón.

El menú es amplio: cuentan con diversas entradas y botanas, variedad de arroces y sobas, y unos cuantos platos fuertes con pollo, cerdo y/o res. Pero la estrella, y donde está realmente la mayor variedad, es en su carta de ramen.

Nos habían advertido que los platos de ramen son grandes, así que lo único que pedimos adicional fueron las croquetas de camote con queso edam. BUENÍSIMAS, la porción es de dos croquetas medianas que son más que suficiente para abrir boca. Son crujientes y combinan perfecto lo dulce del camote con el sabor del queso. Podríamos regresar ahora mismo a comer más y muy probablemente intentaremos hacerlas en casa.

Al llegar el momento del Ramen nos decidimos por el Yamasan Ramen, que es el típico de la casa. El caldo está hecho a base de cerdo y pollo, y viene acompañado de Chashu (que es básicamente pork belly), fideo hecho en casa a base de huevo, chips de ajo, algas, elote, bambú y otros vegetales, además de su florecita de naruto (esa blanca con rosa que casi cualquier plato de ramen trae), que por cierto descubrimos que no es más que pasta de pescado y cumple una función más decorativa que de sabor.

Pedimos también el Sal de Colima, cuya particularidad es que tiene un toque de sal de mar y aceite de camarón, y se sirve con finas rebanadas de pechuga de pollo, algas, cebollín, elote, y su florecita de naruto.

En general, nos gustó mucho la experiencia y el lugar, pero quizá por lo mismo que íbamos con expectativas MUY altas, la comida (y específicamente, el ramen), no nos terminó de enamorar. A nuestro gusto, a ambos platos les faltó un poco más de sazón. Podríamos atribuirlo a que el Sal de Colima se pidió específicamente sin ajo, pero la misma sensación nos quedó con el Yamasan ramen.

Sin embargo, la entrada nos encantó, y como les decíamos, la experiencia y el servicio fueron muy buenos, así que estamos dispuestos a darle una segunda oportunidad pronto a ver si logramos entender por qué tiene tantos fans tan apasionados. Por otro lado les si tienen ganas de algo caldoso mejor les recomendaría ir a Caldos ¡Ánimo! y prueben el "Birriamen" que es el fruto de la pasión de una Típica Birria Mexicana y el Ramen. Próximamente les compartiremos la reseña.

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¿Dónde? Yamasan Ramen House CDMX, México.

Dirección: Tamaulipas 103, Condesa. Tiene una sucursal en Monterrey y otra en Queretaro.

facebook.com/YamasanRamenHouse/

Sabor:

Originalidad:

Lugar:

Precio:

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