Hoy, aquí, veo la belleza de la naturaleza volar por los aires como mariposas y caer al piso como esperando la triste realidad; tan inigualable belleza se pierde y se olvida.

Mi vida se refleja en esta realidad, ¡estoy en el otoño, si, el otoño! veo como todas las flores caen, lentamente movidas por la suave brisa.

Así cae el otoño a nuestras vidas, ves como tu cabello del color de la barba del elote tierno
se va tornando blanco hasta llegar a un plata brillante.

Cada día las articulaciones se van curtiendo y hasta deformando, Los movimientos más pausados y cuidadosos.

Los ojos van cambiando ese brillo natural de la juventud ensombreciendo su claridad y visibilidad.

El otoño se va haciendo más notable y la vida llena de vanidades va alterando su exaltación a la belleza juvenil. , tan inigualable belleza se pierde y se olvida.

Ya dejan de importar muchas cosas que parecían imprescindibles, y pensábamos moriríamos sin ellas, que equivocados; solo va quedando la experiencia vivida, esa que te da los años y la universidad de la vida y las ganas de compartirlas para que otros crezcan y aprendan; pero no es así nadie aprende con experiencia ajena, Cada uno debe vivir sus propias etapas experiencias que los envites de la vida darán, y mucha veces lo hará con golpes esos que enseñan más de lo que se quiere..

Comparo la vida de este hermoso árbol con un ser humano que goza todas sus etapas hasta llegar el final de sus años seniles. Y que como el árbol pierde sus nutrientes en esta estación, el hombre va perdiendo sus fuerzas, más no sus sueños.

La gran diferencia entre ambos; el árbol volverá con la belleza de sus flores y frutos en la próxima temporada, mientras el hombre tal vez solo este en el recuerdo.

Todavía no siento que este senil, pero siento que comenzó a caer el otoño transformando mi bella primavera.

Turisteando ando, pero en verdad hoy estoy tristeando….