Reseña fílmica XXVII: Pandora (2016)

Cerca de un pueblito de Corea Sur  se ubica la planta nuclear Hanbyul, en la cual labora una amplia mayoría de los habitantes. Entre éstos se encuentra Jae-hyeok, un joven soñador que vive con su madre, su cuñada y su sobrino y que pretende casarse con Yeon-joo, su novia y compañera de trabajo. El muchacho tiene los deseos de marcharse del pueblo debido a que el trabajo en la planta nuclear dejaba un sueldo raquítico y estaba en condiciones paupérrimas.

Estas situaciones, junto con la falta de mantenimiento del lugar, la poca especialización del personal, la indiferencia burocrática gubernamental (reflejada por la decisión de ignorar las llamadas de alerta de Pyeong-seok, investigador especializado en el tema), y la ineptitud de los funcionarios encargados de la planta, se evidencian luego de que un terremoto de 6.1 grados Richter sacudiese la región. 

Pandora parece tu típica película de desastres... Pero no lo es. No si ésta tiene un planteamiento que te hace pensar sobre un tema que no está lejos de la realidad.

El director Park Jung-woo, quien es también el guionista del filme, nos expone una situación hipotética de un accidente nuclear causada por factores naturales (el terremoto) y factores humanos (ineficiencia gubernamental e indiferencia institucional), y las consecuencias que acarrean estos últimos en la vida de la gente. Ejemplos de tales consecuencias los podemos encontrar a lo largo de la película, desde la protección de intereses privados a costa de miles de vidas hasta la evidencia de la poca (o nula) preparación gubernamental ante este tipo de situaciones.

Todas y cada una de las escenas del filme, especialmente las de la segunda mitad, te obligan a pensar sobre qué tan viable puede ser la energía nuclear en unos años, hasta qué grado puede llegar la ambición humana en pos del dinero y del poder y hasta qué punto una persona es capaz de hacer lo que sea por su familia y sus amigos. 

Ahora bien, debo decir que el poco uso (o probable ausencia) de los efectos especiales exagerados fue un gran acierto, pues contribuyó a narrar como era debido la historia. El guión, muy bien escrito, te atrapa de principio a fin; a pesar de que contiene todos los elementos de una película típica de desastres, cuenta con un trasfondo de crítica social sobre el impacto ambiental de la nuclearización y sus consecuencias. Las actuaciones de los miembros del reparto fueron buenas y creíbles; con gran habilidad logran apelar a la sensibilidad del espectador.

Por lo tanto, si tú eres fan de este tipo de filmes y buscas novedad, esta producción coreana sin duda te va a encantar.