Café, justicia y desobediencia
Las crisis las pagan los de siempre. Ya lo sabes. Esto es así desde hace muchos siglos. Pero, definitivamente, las cosas pueden cambiar; están cambiando ya. |
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También sabes que, hoy, las tierras, los países y las gentes se conquistan con el dinero. No se hacen prisioneros, solo esclavos; gente que trabaja por techo y comida. Sí, tal vez como tú o como yo: pagando religiosamente una hipoteca y algo para comer. Parecemos libres por recibir un salario (si eres esclavo afortunado) que, oh maravilla, nos da para comer y dormir bajo techo y pocas alegrías más.
Ciertos países están totalmente vendidos a una élite sin escrúpulos. Un ejemplo entre muchos: Grecia y el café.
Como Grecia es deudora de una deuda impagable, esta y las próximas generaciones serán esclavas de sus acreedores. Beberse una taza de café también supondrá rendir tributo a sus conquistadores. El gobierno griego, siguiendo órdenes de la Troika, ha decidido imponer un impuesto adicional al café.
Ante la barbarie y el esclavismo solo nos resta la rebelión o, al menos, su hermana menor: la desobediencia. Vamos a ensayar en serio cómo cambiar este orden de cosas y este ensayo lo vamos a hacer con este asunto del café. Esperamos que sirva para hacernos conscientes de nuestro propio potencial.
CAFÉ
Tenemos café. Ecológico, respetuoso con la fauna, de comercio justo, cultivado en la sombra. |
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JUSTICIA
Es sumamente injusto el reparto de los recursos en este mundo. Es depravadamente injusto no hacer conciencia del valor de las cosas que consumimos. Cuando buscamos el precio más barato pensamos en nuestro beneficio pero no en las personas que han trabajado duramente a cambio de un salario miserable. Erramos el objetivo. No basta decir: "debo administrar el dinero que tengo" porque el problema no está en que tú o yo tengamos unos recursos muy limitados y por tanto busquemos lógicamente satisfacer nuestras necesidades al precio más económico. Tampoco el problema está en quienes producen o trabajan por sueldos inhumanos. El problema está justo en medio: en quienes se llevan la mayor parte sin producir nada. Precisamente esa gente que explota a quienes producen para vender a quienes buscamos satisfacciones a un precio "razonable". Y el problema también está en los malos gestores que llamamos gobiernos y que venden tierras y personas a los acaparadores del capital. Hemos montado un mundo tremendamente injusto. Es hora de hacer justicia.
DESOBEDIENCIA
En serio, vamos a practicar la desobediencia. Vamos a hacerlo ahora apoyando a las gentes que producen este maravilloso café y al movimiento solidario del comercio justo en Grecia.
Hemos montado una red solidaria para introducir café en Grecia evadiendo los impuestos injustos que lo gravan.
Porque el comercio justo no está en venta.
Esta campaña desobediente es una realidad en marcha.
Ahora solo resta salir de este adormecimiento colectivo y probar que podemos hacer cosas; que podemos hacer justicia, desobeder e, incluso, tomarnos un buen café. Vale la pena porque a partir de aquí vamos a romper muchos muros.
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