Dime que me extrañas y eso será suficiente
porque el sentido se fue de mi vida
el día en que te perdí,
y las noches son frías y oscuras,
el café me sabe rancio
y ya el sol no me ilumina,
porque me hallo perdida
en un callejón sin salida,
porque mis fuerzas se quiebran
cada vez que pienso en ti,
porque las rosas se han marchitado
y el girasol ya no engalana mi jardín,
porque hasta los pájaros se han marchado
y buscando tu canto
me han dejado en silencio.

Dime que me extrañas
y me tendrás junto a ti,
dime que me quieres
y nunca más te dejaré partir,
pero por lo que más quieras,
dímelo ya.

Dime que eres mío
y que por siempre tuya soy,
que la alegría se ha marchado
y ahora todo es sinsabor,
que mantienes la esperanza de retornar a mis brazos
y que no encuentras consuelo
y que es profundo el dolor.

Dime que aunque has besado otros labios
ninguno te hace volar,
que conmigo mil estrellas tu conseguías tocar,
que tu cama esta vacía
y que sus sabanas son frías,
que tu cuarto me ha extrañado aunque hay alguien a tu lado,
que no hay verso que te anime
y que aun piensas en mí.

Dime eso o lo que quieras
pero no digas adiós,
pues mi cuerpo debilitas
y mi esperanza marchita,
porque es profundo el dolor
y no habrá lugar en el mundo donde pueda vivir sin ti.

Dímelo y no calles,
porque el silencio atormenta
y si la despedida se acerca…
Quiero escucharlo de ti.

Fuentes

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