El pasado miércoles 20 de Marzo inició mi recorrido a otros horizontes, junto a mi hijo Kevin. Sabía que estaba cerca el día en que finalmente nos reuniríamos como familia nuevamente, yo tenía muchas cosas organizadas con meses de anticipación pero estaba escéptica de que en realidad pasaría porque la situación era delicada y algunos días más que otros se me hacía difícil creer que tomar está decisión era arriesgado que podría haber sido la ultima vez de todo. La ultima vez que viese a parte de mi familia o la última vez que estuviese viva, porque de la manera en que partiríamos del país y estaría en riesgo tanto la vida de mi hijo Kevin, como mi vida. No es un secreto que Venezuela está atravesando por momentos difíciles desde hace unos años y ya todo ha ido empeorando cada vez más. Desde sentir tanta inseguridad y no querer salir de casa, pasar días completos sin luz e infinidades de cosas que son noticia internacional a diario.

Nadie dijo que seria fácil, sobre todo cuando otras personas han hecho mala fama migrando a otros países, haciendo cosas horribles. Hay noticias buenas y malas, solo que destacan las cosas malas que han hecho. Pero eso no le da el derecho de tratar a todos los Venezolanos por igual porque en todas partes del mundo existen personas buenas y malas. Pienso que poco a poco se logran los mejores sueños y metas propuestas por uno mismo, para mi fue demasiado fuerte intentar despedirme de las personas que amo pero tengo esperanzas de volver a ver al resto de mi familia cuando ya haya logrado lo que me he propuesto junto a mi familia, mi esposo y mi hijo.

Fotografías de mi autoría
Cámara Panasonic FZ60.

Porque desde que me fui de Venezuela no he podido comunicarme con uno de mis seres más amado en la vida que es mi padre, ya que al intentar despedirme me sentí bastante triste él aun no aceptaba el hecho que me iría, era algo que ya lo imaginaba. Y eso me tiene realmente triste. ¿Cuál es la parte que me hace un tanto feliz? Pues el estar juntos, mi hijo, mi esposo y yo. Construyendo juntos un mejor futuro para Kevin y para nosotros, dándole las cosas que él se merece. Ningún niño debe sufrir malas consecuencias por las malas decisiones de otros, eso es lo que están pasando ahora todos los niños de Venezuela, por las malas decisiones de otros sin culpa alguna.

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Mi tía adorada, te extraño.

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