Quejándome de las ganancias… Ignoré lo exquisito que es ganar ejerciendo el oficio más bonito del mundo, ser escritor. Un nuevo día, hoy si es un nuevo día, el sol brilla como me encantan, me fascinan los días soleados, más para trotar, es más fuera ya mismo, si estuviera bien desayunado. Mi perrita se sube en la silla, mirándome fijamente, exigiendo su comida, que astuta. El gato saltando del escritorio a la cama en el cuarto de mi hermana, el desorden y el cuarto es compacto, con el closet abierto, es un parque de diversiones que disfruta el pequeñín. Se fue por un instante la luz…
Emocionado ya casi todo listo, falta esperar un par de días, solo un par de días, la recta final se aprieta más y más. ¿Vendrá algo bueno? Estoy ansioso, el porvenir se anuncia prometedor, que se apure, vamos, vamos, el entusiasmo me aborda como un tarro de cerveza que se empina un despechado en plena tasca apenas oscurecido. Recuerdo a quien me instruyo y me sumergió en este mundo, a veces íbamos a beber, aquellos tiempos pecaminosos, incluso diría que se explotaron bastante bien, mis hermanos gozaron, mi madre, yo, aunque recuerde las cosas malas…
Tan agradable como desagradable, detrás de esto sirvió de crecimiento, evolución, aprendizaje, por lo menos en mi caso lo considero así, enseñanza, conocimiento que se transforma en poder. Fomentar la confianza, mantenerme en constancia, creer en mí mismo, o lo que es mejor, sembrar fe en mí, derriba las murallas del miedo, hay veces que aparece atormentándome inquietantemente, no me deja pensar, dolores de cabeza, se me agita la respiración. Hoy continué con la rutina de trote, un día intercalado, sumando que he subido las escaleras por la falla del ascensor, las piernas y los glúteos se van a poner mi amor JAJAJ.
Estoy cansado físicamente y también mental, con un hambre voraz, ¡ahhhh que hambre! Hacer ejercicio y el cambur aportan saciedad, si no estaría desesperado carcomiéndome las entrañas. Vinieron varios amigos de mi hermano, les tengo aprecio, lástima que no sea mutuo, debo mejorar mi carácter me distraje y descuide las prioridades, el mantener la constancia en la escritura, lectura, ejercitarme, deberes, comida, familia y el hogar. Antes me frustraba por estas cosas, por no tener la suficiente fuerza de voluntad, ahora solo me suelto la correa, me golpeo a mí mismo con mi idiotez, me analizo internamente.
No me autoflagelo, con la frustración que siento, la decepción, el daño que es perder el tiempo, la energía y la presente oportunidad, me basta, así poco a poco voy agarrando autodisciplina, si funciona, me faltan detalles por mejorar, pero se evidencia es en los hábitos de ejercicio, sé que recalco esto varias veces, me siento orgulloso de haber dejado vicios graves, no llegue a consumir drogas de un modo prejuicioso, era más bien, adicto a las malas decisiones, parece mentira, cuanto cambia el futuro con una mínima acción, palabra, pensamiento, deseo, en tu destino, puedes pasar años dedicado a algo.
En un momento a otro por un descontrol perderías todo el esfuerzo, terminando en vano tanta dedicación, perderías más de lo que has trabajado, deudas, embaucado, en banca rota. Ese grave problemilla en mí, escogía lo peor de lo peor, no algo minúsculo, decidía la tragedia de desastres colosales, aunado con energía negativa, explosión de emociones, pecados capitales, me hundí fuertemente, quizás exagero, es una perspectiva hipotética, en el día actual, la madurez me presiona, es ahora o nunca, detalles por pulir, un tiempo más y lograré evolucionar por completo, está en mi destino, jajaja, de nuevo digo esa palabra “Destino”.
Me han leído las cartas, han venido personas de la nada, me han hablado de mi futuro, no es nada más porque ellos lo digan, no es autosugestión, es algo que he sentido internamente, latente, intermitente, que rompe la cáscara más y más. Por ejemplo, ¿sabes que es horrible? Acostumbrarse a lo malo, a la inacción, que la vida haga lo que sea con nosotros mismos, siendo inertes, vivir sin sentirse vivo. Me daba miedo que la situación en la cual vivo me agobiara de lleno, evitando revolucionar, cayendo en una rutina de retroceso perpetuo que desviara mi éxito.
Caer en la costumbre, la costumbre mata el amor, mata todo, más bien diría que uno se adapta, evoluciona, sobre sale, muta, crece, aprende, cambia, cuando dejas de cambiar, mueres, estamos condenados al cambio, es parte de vivir, ¿entienden? Me siento en un ritmo constante de aprendizaje, no es amortiguar, tampoco esperar, es acción de inmediata, también esperar el momento indicado, sin ser preso de los efectos secundarios de la desesperación, lo que antes sucedía. Lo leí en un libro de emprendimiento. Sinceramente no me acuerdo exactamente del meollo, la cosa va así:
¿Cómo aprendiste a ser exitoso? – buenas decisiones, ¿cómo aprendiste tomar buenas decisiones? – A través de las malas decisiones.
Justamente mi terquedad me ha hecho aprender a las buenas, a las malas o las peores, peores formas. Volví a hacer ejercicio con mi vecino en la plaza, estoy retomando la rutina con fuerza, nuevos ejercicios, nuevo estilo de vida, no hablo de que mi vida es color rosa, más bien existen más colores, el gris es parte del juego de acuarelas, que igual pinta maravillosos paisajes, es cuestión de ver el resto del prisma, de variar con la creatividad, la imaginación. Apoyar mi mejor y peor lado.
Mis debilidades y fortalezas, castigarme brutalmente generaba depresión, como dije, con la pérdida de recursos, con lo hecho ya es suficiente tortura, si me lamento es perder más, la idea es tomar acción, proactivo. Tal cual es lo mismo en solucionar mi estado actual, mejorarme, en vez de dejarme llevar por el viento, la marea, que solo me arrastra al fondo. Nadar, no bajar la guardia por más que me esfuerce podría morir en la orilla, gracias a la experiencia, intentar y fallar, intentar, fallar, aprender y ganar. Ganarme a mí mismo, ganar – ganar, que podemos ganar todos, saber realmente que deseo ganar.
Al fin he comido, después de un largo día de ejercicio. Sinceramente estoy muy cansado mentalmente, no solo en la aptitud física. Mi hermana ha agarrado un gusto a la música de piano, me recuerda a mí, así fue como inicié, escribí a una chica de Ecuador, que por cierto tenía su novio, no creo que lea esto, en tal caso, sin ofender, eres senda diabla. Jajaja, me ilusiono, diría que es mi culpa por ser tan incauto, ingenuo, tontico, duré un día entero inmerso escribiendo escuchando Ludovico Einaudi, pieza por pieza, sin comer durante el largo día.
Después de escribir sentía ver la vida romantizada, el aire que respiraba, el cielo que visualizaba, la luz que me besaba los parpados y mejillas. Con el tiempo agarre el gusto a nuevos compositores, pensé en inducir a mi hermana en los mismos gustos, le puse Toccata and fudge de Bach en teclado de un artista que es muy bueno, lástima que su reacción fue contraria a mis expectativas, luego le puse algo más general, las cuatro estaciones de Vivaldi, no sé si las escucho, conociéndola, tampoco le habrá gustado, creo que me adelante, la lance a un barranco de complejidad.
No me gusto de un día a otro la música clásica, diría que se trabaja el oído, el cerebro empieza por cosas más básicas, después deleitas obras más majestuosas, no es por presumir, decir ¡ajoo, carajooo! El superdotado. Es mi punto de vista, aunque si espero que agarre ciertos hábitos como yo, si la conocieran, quizás ni se ha dado cuenta, nos parecemos un montón, a veces creo que me admira, porque imita ciertos gestos, mañas, cosas que es casi verme a mi personificado como mujer, y ella personificada como hombre, si supiera ella que la admiro.
Es un ejemplo, de constancia, en serio, si la conocieran… Acaba de colocar Nuvole Bianche de Ludovico Einaudi. Me costaba escribir su nombre, ahora es casi automático. Retomando al grupo de jóvenes que nos visitaron, casualmente se cruzaron con mi hermana en el liceo, se unió otro compañero que me agrada mucho. Quizás es mucha soledad que me agobia, mmm… Puede que los refleje como mis amistades anteriores de mi adolescencia, compartía con ellos abiertamente, pero no es así, no lo son. Hay varios en particular que se ganaron mi aprecio, ellos se encariñaron con mi hermano fuertemente, me asombro de cómo lo buscan.
El propio carajito, o un niño al reencontrarse con sus amigos, comparto, río, olvide mis tareas diarias por ir a joder con ellos. Eso va a cambiar, poseo unas cartas bajo la manga, manejar mi situación respecto a mi letargo en el confort baluarte, el cambio está más cerca de lo que creo, de un tiempo para acá, las viejas amistades se rompieron los lazos, es por las cosas que viví, me alteré de tal modo que cerré con todo alrededor de mí, de nuevo con el problema de elegir las peores decisiones al extremo, esa parte es interesante.
Me di cuenta que poseo unos gustos aislados, mejor dicho, muchos deben de ser así igual que yo, pero no lo saben reconocer, es la sociedad que confunde lo que debe o no gustarte, las modas, las jodas, la vestimenta, el dinero, el aislarme me hizo salir de la burbuja, ver por encima. Ahora que he vuelto en donde se situaba mi zona de confort, quizás me he adormecido, antes observaba los detalles con más precisión, ahora solo me importa leer, escribir, leer, escribir, a medida que me consagro con el día a día, el resto carece de importancia.
Acompañe a mi vecino con otra de sus wujujus (novias), debería regañarlo, dejare que sea el universo quien lo castigue, está pasado de mujeriego jajaja, de aquí y allá saltando de flor en flor, lo acompañe a dejar una de sus señoritas en el metro, así no se devolviera solo, en el camino vi a unas gemelas, mellizas, ambas bonitas, una más alta que la otra, blanquitas, pelo negro, relucían, verlas doble resaltaban su belleza, estas peculiaridades de la naturaleza, como la heterocromía, los lunares, las pecas, demuestran que el Dios universo es un genio artista en la creación.
Un cerebro, todos unidos, relacionados entre sí. Mientras hacía ejercicio en la plaza, fui a pedirle amablemente unas pesas a un señor que yacía en un banco entrenándose, me contesto: “las estoy usando”, con una cara de querer asesinarme, sape gato, me asuste jajaja, al rato, me indica que la usara, interpreto que se sintió culpable. Es por mi cara de pendejo inseparable, en serio, a veces me miro en el espejo, me digo, naguara, no doy miedo ni con el diablo detrás de mí. A la vez soy capaz de aparentar una malicia inaudita, en el liceo decían que mi apariencia es sombría, con la mirada pesada.
La otra vez apunto de bañarme, miré fijamente en el espejo mis ojos, no, ni siquiera concentré mi atención en los ojos, fue de reflejo, note mi mirada cargada, me asuste de mí mismo, que profundidad, pesado al cuadrado, tenebroso, no aguantar tu propio mirar. Desvié mis ojos como si sintiera pena, pánico escénico, timidez, lo intente nuevamente, no eres capaz, hasta que al fin me dome, admiraba mis iris, mis pupilas, todo el globo ocular, vivo, repleto de vida, vida en su máximo furor, sentía que soy capaz de inspirar a quien sea que entable conexión visual.
Por cierto, soñé, una especie de mar que navegaba, mezclado con un juego, estilo realidad virtual, había una fiesta, intentaba agarrar bocadillos (pasapalos), me reencontraba un viejo alumno del liceo que pasamos por problemas, me metí con sus grafitis, dije que eran toys, eso significa en ese idioma underground, son “juguetes”, son tontos, de niños, de carajito, se lo tomo personal, intento asestarme con una pelota de goma, ahora que lo pienso, lo hubiese enfrentado, incluso me enardece la sangre de las ganas de enfrentarlo, ¿Qué me pasa? Siempre peco de ser pacifico, es porque ahora sé cómo manejar la situación, o manejarme a mí mismo.
Que divertido hubiese sido grabar una anécdota sobre como enfrente a un rufián, el cual parte es mi culpa por ser impulsivo, pecando de imprudente desde tiempos inmemorables, pero sí, ese joven resulto ser que se destacaba en clases, pensé que era un tonto cualquiera, me sorprendí al enterarme de su pequeña biografía, estudia en la USB, universidad prestigiosa, actualmente diría que no por el deterioro, pero en aquel entonces que el chico represento su carrera, alguna ingeniería, me narro un amigo que es alguien respetable por sus méritos.
Es novio de una chica que consideraba una de las más hermosas del liceo, que por cierto fue madrina de la promoción, al verlos juntos me dije a mi mismo, si esta con ese bendito mono más vale que lo intentará si regreso al pasado, lástima que no existe tal tecnología. Disculpen los insultos, no sé porque las veces que nos vemos me mira con elevada repulsión, ah no espera, ya sé, por el evento de los grafitis. El hermano de él estudio conmigo, me cae bien, un poco inmaduro, en fin, tantos años aún recuerdo esto, aun él recuerda como víbora el desenlace de un impulso de estupidez juvenil.
En serio sigo sin explicarme, ¿cómo están juntos? Cuando la veo me sonríe, es tan dulce. En el fondo me gustaría conocerlo bien, seguro nos llevaríamos bien, o me gustaría que fuese así, ¿vieron? No soporto el odio, las guerras, las discusiones, no es que sea amante de la paz, mi alma es romántica por naturaleza. Ante estos acontecimientos solo me imagino resolviéndolos a golpe, jugando fútbol, que terminen de nuevo en una pelea, o al fin coincidiendo en algo que nos una, muy pocas veces pasan mis finales con referencia a la violencia. Mejor dicho, bastante tiempo que no sucede. Una que otra riña, al rato todo normal, diría que me lastima más a mi durante tales tensiones de discordia.
Por eso digo, siempre tendré una segunda oportunidad mientras exista el arte.
Fuente de separador.
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