Para nadie es un secreto que acá en Venezuela, estamos viviendo la peor crisis por lo menos desde que tengo uso de razón, pero hoy levanto mi voz de protesta por esta nueva humillación, contra los pensionados, ya estamos harto de escuchar que somos una carga para el país, que ya deberíamos morir.

Pero en mi caso como el de la mayoría de mis contemporáneos, le entregamos nuestra vida, juventud y ganas de vivir, a producir para nuestra gran patria, y hoy con dolor a mis setenta años veo con tristeza que somos unos estorbo, y una carga para un país tan rico como Venezuela, que nos tenemos que conformar con limosna.

Ahora de nuevo nos humillan una vez más, diciendo que queremos nuestra pensión en efectivo, porque lo vendemos, así de fácil sin respeto a nuestros derechos humanos nos llaman mafiosos, golilleros, en que cabeza cabe que la pensión que dignamente nos hemos ganado con esfuerzo propio nos alcanza para negociar.

No es suficiente martirio que hacer horas y horas de cola en un banco, para cobrar nuestro bien ganado dinero, luego colas y más colas para adquirir nuestros alimentos y medicinas, es que acaso esa es la gran propaganda que exhiben de "por amor al adulto mayor" o "vejez digna", por Dios hasta cuando debemos soportar tanto vejamen y humillación.

No se si moriré en el intento, pero le pido a Dios con todas las fuerzas de mi corazón que termine esta agonía, que despertemos y veamos un nuevo amanecer lleno de luz y de amor. Y que volvamos a tener el respeto que otrora nosotros prodigamos a los adultos mayores, y hoy lo luchamos para nosotros. ¡He dicho!

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