No puedo creer lo que siento, ¡Te extraño con locura! | historia corta

La verdad es que cuando nos separamos y acordamos darnos un tiempo me sentí liberado, la relación comenzaba a ponerse pesada y siendo sincero, estuve a punto de decir ¡Ya basta!

Tomaste la iniciativa y comenzaste la conversación, esa que inicia con las palabras: “Necesitamos hablar” o “Sabes que te quiero mucho pero necesito un tiempo para reorganizar mi vida”

Cuando lo dijiste —justo antes que yo—, me sentí un poco confundido porque para ser honesto, ya tenía preparado todo un discurso en el cual explicaba porqué deberíamos separarnos, pero... Cuando te escuche decirlo mis sentimientos cambiaron un poco, claro que no puedo negar que era un peso menos para mí, el no ser quien terminara contigo, y por supuesto, no causar esa clásica herida al final de la relación.

No hubo preguntas, reclamos, intrigas ni dudas, lo tenías decidido al igual que yo, así que sólo me limité a aceptar tus términos, un último abrazo acompañado de un cálido beso que aún recuerdo, fue nuestro “Símbolo de paz” que selló nuestro acuerdo.

Pero después de unos días alejados, me doy cuenta de que te necesito más de lo que quiero admitir, extraño tu sonrisa por las mañanas, las locuras durante el día y tus caricias por la noche, el calor de tu compañía que me impulsaba a regresar corriendo después del trabajo ya no está, y ésto comienza a tornarse aburrido.

Sí, los primeros días disfrute de mi soledad, fui a varias fiestas, tomé tequila, bailé y me divertí, pero al llegar al viejo departamento tu no estabas ahí, y es lo que más me duele, saber que tuve todo y lo dejé ir es decepcionante.

Así que hoy me prometo luchar por ti, pelear hasta la muerte para reconquistarte, ¡No me olvides mi amor, ya entendí lo que querías!