Crisis de Transporte en Venezuela.

Todavía me asombro cuando voy al trabajo y me consigo muchísima gente caminando, para ir a su trabajo, escuela o cualquier tipo de actividad donde sea necesario trasladarse en transporte público. Son personas que no tienen el dinero en efectivo para pagar el costo del pasaje, o se cansan de esperarlos o que se niegan a montarse en las mal llamadas perreras.

Estas son camionetas con cabina atrás o camiones, donde se transportan a las personas paradas, sin ningún tipo de protección a su integridad física al momento de frenar violentamente o cualquier accidente vial, sin techo que los proteja de la lluvia o el sol y donde ya ha habido heridos y muertes que lamentar , hasta de personas que no han tenido la habilidad necesaria para montarse en ellas.

Cada vez son más los cementerios de buses del transporte colectivo que salen de circulación por falta de batería, cauchos o repuestos para reparar cualquier desperfecto mecánico. Lo mismo sucede con los vehículos particulares y si están en uso sus dueños los utilizan para rodar en ellos lo estrictamente necesario, de manera de alargarle en lo posible su vida útil.

Esto ha aumentado el ausentismo laboral y educativo, hay empresas e instituciones que han permitido turnos de asistencia interdiaria, como una manera de garantizarse con el personal mínimo necesario para su funcionamiento.

Hemos hecho alianzas con vecinos y compañeros de trabajo para turnarnos para la utilización de los vehículos particulares para ir al trabajo o salir de compras, también aprendimos a programar las salidas y hacer varias cosas a la vez para aprovecharlas al máximo.

Esta es la parte positiva que nos dejara esta crisis, el hacernos compartir mas con nuestros vecinos y compañeros de trabajo, a ser mas organizados y a cuidar y valorar lo que tenemos.