PARA SENTIR ALIVIO DEJAMOS NUESTROS MALES AL TODOPODEROSO.

Estamos en la víspera de año nuevo, apenas han pasado 15 días que terminó el año 2018 y ya sea que estés en el ambiente cualquiera, con un clima cualquiera en cualquier parte del mundo continuamos nuestras vidas, queremos que todo nos salga mejor que ayer, cuidamos nuestra salud y compartimos con nuestras familias., trabajamos al día y hacemos todo lo posible por ser felices.

Sea donde sea que estés, que tengas nieve, llanos, montaña verdosa, que tengas mucho mar, o en la ciudad más construida del mundo seguimos aquí, todos con un solo DIOS.

El Papa Francisco dijo hace poco que todos nuestros Dioses son lo mismo, Un solo Dios: Dios, la virgen, Buda, Jesús, Alá, Jehová, Jade, Crishna, Todos son un solo DIOS. Es el Dios de cada uno de nosotros.

Y según lo que hemos leído nuestro Dios dio una directriz bastante refrescante: -Maestro, ¿cuál es el mandamiento más importante de la ley?―"Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”—le respondió Jesús - (Mateo 22:36-37).

Y vivimos el día adía con nuestras alegría y con nuestros pesares, así que cuando la vida se hunde por el peso de innumerables tareas, obedecer su gran mandamiento es la clave del éxito pacífico.

Yo he aprendido a “Dejar todo para con Dios” he sentido alivio y ese gran peso que me agobia se libera de mi cuerpo y de mi mente.

He aprendido a buscar la paz interior para poder vivir con los pesares que me agobian.

He aquí 6 Secretos para la Paz Interior:

Repito lo que he dicho con anterioridad y esto es lo que hago cuando siento que la vida se hunde por el peso de innumerables problemas, obedecer su gran mandamiento es la clave del éxito pacífico.

“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente”—le respondió Jesús - (Mateo 22:36-37).
Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de nosotros.

Es difícil comenzar, y necesitamos una guía para hacerlo, no está mal que sea así. Solo empezamos a cumplirla si realmente queremos aliviar nuestra carga, por eso podemos empezar temprano en la mañana mientras deslizamos nuestros pies en nuestras pantuflas, esto es lo que debemos oír en nuestra cabeza: Amar a Dios significa recibir Su paz. Y cuando el mundo la roba, aquí hay seis secretos para recuperar Su paz:

1. Invitando a Dios a ser parte de nuestro día.
2. Sacando sabiduría de su palabra para colocar el orden correcto a nuestras prioridades.
3. Presentar a Dios con nuestra lista de tareas para su aprobación.
4. Dando gracias de antemano por problemas técnicos que sabemos que Él resolverá.
5. Invitando a nuestro día momentos de silencio en su presencia para reabastecer nuestra energía.
6. Inhalando el aroma de su seguridad para la tranquilidad.
   No tenemos que dejar de ser católicos para dedicarnos hacer estas tareas, solo debemos pensar en el alivio de la carga que llevamos encima y que Dios nos ayudará a solventar.

Nos podemos agotar si nos colócanos en una diatriba inútil. Pero podemos obedecer su mandamiento como un acto normal de la vida, así como nos enseñaron a leer y a escribir y utilizamos ese método de escritura y lectura para comunicarnos, así también, aplicamos el amor a Dios en su más grande mandamiento como un hecho real y natural de nuestras vidas.

Si esto no lo hubiesen enseñado en la escuela fuese más fácil llevar la vida, porque aprendemos a obedecer su mandamiento, y hacer esto nos enriquece y nos llena de sabiduría para organizarnos en nuestro quehacer diario, y aprendemos a priorizar nuestras actividades, esta acción nos permite seguir adelante evitando el cansancio y viviendo una vida llena de claridad cuando pudiéramos estar confundidos.

En esos momentos de desesperación que solemos vivir por algún acontecimiento negativo, entonces sabríamos mantener la calma si conociéramos en profundidad la calidez del amor de Dios.

No es complacer a Dios, es dejarnos llevar por su mano que nos guía con un amor profundo e incondicional, entonces percibimos su descanso y su paz infinita que nos da porque así dice el salmo “En vano madrugan ustedes, y se acuestan muy tarde, para comer un pan de fatigas, porque Dios concede el sueño a sus amados.” (Salmo 127:2)

Yo en mi pesar y mi alivio les pido que oren esta semana:

“Padre, cuando las situaciones imposibles me provocan estrés en lugar de paz, concédeme sabiduría para parar e invitar a tu paz a que vuelva a mi corazón. y en esa calma, que tú seas el que reine y ocupe el lugar principal. “

En el nombre de Jesús, amén.

Un abrazo amigos steemits.