Peligro

in #spanish4 years ago

Peligro



Las olas golpeaban fuertemente contra las rocas. En la orilla, un niño jugaba con la arena, sus zapatos estaban enterrados casi por completo y su ropa de marinero estaba mojada y manchada.

Reía, una risa angelical, dulce y vigorosa. Para él no existía nada mejor que jugar con la arena. Muy en la distancia estaban sus padres charlando y tomando de vasos de cristal algún líquido vigorizante; ignorantes del peligro que asechaba a su pequeño.

Tomas era el nombre de esa pequeña alma, una que sin duda era pura, y no conocía las maldades del mundo.

Una gaviota que danzaba en el cielo, desciende casi en silencio frente al pequeño. Le exhibe sus alas, presumiendo su blanco plumaje. Con una mirada de asombro y embelesamiento el joven avanza hacia el ave que se aleja dando saltitos, haciendo gala de su habilidad, ella sabia que nunca la atraparía.

El niño giraba en círculos persiguiéndola, en su rostro dibujada la sonrisa mágica que poseen los humanos cuando no tienen maldad en sus corazones. Así avanzan, alejándose de la arena hacia la calle atestada de personas. Pero al llegar a la acera caliente el ave extiende sus alas, con una última y despreocupada exhibición, alza su vuelo y deja al niño maravillado con sus dotes, pero frustrado por no haber podido tocar su bello plumaje.

Él la observa todo lo que puede mientras ella danza en el aire, dando vueltas alrededor del sol, hasta que uno de los rayos le impide ver a su recién conocida amiga. Con sus manos regordetas se cubre los ojos y gira para buscar el camino de vuelta a la playa, cuando choca con alguien.

Un hombre alto, con pantalones color caqui y camisa a rayas le mira y le sonríe. Tendrá la edad de su padre, quizás un poco más, pero el solo se disculpa, su madre siempre le enseñó que la educación es primero.

-No te preocupes joven ¿Que haces solo tan cerca de la carretera?-preguntó el hombre agachándose a la altura del niño

-Perseguía a un amiguito volador. De seguro usted no tiene un amigo volador - Respondió muy orgulloso el jovencito.

-No, tristemente no tengo un amigo volador. Pero si tengo un amigo que es un perro, ¿como te llamas? -

-Me llamo Tomas Ernesto Montilla, señor - Tal como le había enseñado su maestra, siempre debía decir su nombre completo, habían muchos Tomas en el mundo, incluso muchos Tomas Ernesto, pero habían menos Tomas Ernesto Montilla. Sus ojos marrones recorrían la cara del simpático señor. El bigote le tapaba la parte superior del labio y hacía ver su sonrisa un tanto torcida.

-Bien Tomas Ernesto, ¿te apatece conocer a mi amigo? se llama Rufus y luego comemos un helado allá- Le dijo señalando un puesto de helado a unos cuantos metros de ellos. El niño ante la perspectiva de probar esos helados que se veían tan apetitosos asintió y tomó la mano que el extraño le estaba ofreciendo.

Mientras caminaban por la acera el hombre le preguntó sobre sus padres, el jovencito siempre hablando con la verdad, le contó que sus padres estaban disgustados, ya casi no veía a su papá, siempre estaba en el trabajo y su madre, que era quien más le cuidaba estaba siempre triste. Este día habían ido con el hermano de papa, tio Pepe y su esposa, la señora Jimena, a la playa para hablar sobre la casa. Eran muy listos, y se encargarían de vender la casa donde vivían; él no estaba muy a gusto con la idea, al lado de su casa vivía su amigo Ricardo pero mamá dijo necesitaban un lugar más pequeño para que ellos dos se dieran mucho cariño. No sabía que pasaría con papa, quizás tendría que seguir viajando por cosas del trabajo.

Llegaron a un pequeño restaurante. El lugar era bonito, se veía desde la parte de atrás el mar y habían unas escalares que bajaban a la arena. A lo lejos podía ver donde estaban sus padres aún hablando con sus tíos sin notar su ausencia. El señor silvó, y un perro Golden Retriever salió detras del mostrador. En el cuello llevaba un lindo collar que tintineaba, lamió al niño por toda la cara moviendo la cola en todo momento.

Durante un rato Tomas disfrutó de la compañía de Rufus, hasta que el amable señor, le colocó una correa e instó al niño para ir a comprar los helados. Esta vez bajaron por las largas escaleras hasta la arena y caminaron hacia el puesto de helados, en todo momento el niño tocaba el pelaje de su nuevo amigo. Siempre había querido un perro, pero a su papá el pelo de las mascotas le daba alergias por lo que solamente había tenido una tortuga.

En el puesto comió dos helados de barquilla, uno de chocolate y otro de mantecado y agradeció al señor su amabilidad.

-Tomas, creo que debemos ir a un último lugar, ¿te parece?- el bigote del hombre estaba lleno en una esquina de helado de fresa, pero solo lo hacía ver más amigable. - no nos tomará mucho tiempo. -

-Solo si va Rufus- sonrió el niño tocando al perro.

Caminaron por el borde de la playa, pasaron el puesto donde antes estaba jugando el pequeño con la arena, subieron las escaleras y llegaron a la terraza donde estaban sentados los despreocupados padres. Éstos, con asombro vieron al hombre y preguntaron que hacía con su hijo, en un tono despectivo.

La cara del que había sido un amigable señor, cambió. Su rostro se ensombreció, pidió a la esposa del tío de Tomas que se lo llevara a pasear con Rufus, cuando la mujer, algo confundida, bajo de la terraza, el hombre se presentó;

-Mi nombre es Gustavo Pereira, pertenezco al cuerpo de investigaciones de ciencias penales y criminalísticas. Hemos estado investigando ciertos secuestros que han sucedido en esta playa, de niños, de la edad de Tomas. Creo que no se habrán dado cuenta que su pequeño se ha alejado de la arena, donde debo señalar, está muy lejos de ustedes. Estaba totalmente fuera del alcance se su vista, pero les aseguro que no de la vista de los secuestradores. Los he visto cuando el niño caminaba hacia la calle, avisé a mi equipo y ya los han capturado. Pero si no fuese por mí, su hijo estaría en manos en este momento de unas crueles personas que no sabemos que quieren. Sé que las autoridades debemos proteger a los ciudadanos, pero ustedes como padres deben proteger a sus hijos y no dejarlos solos en un lugar público, donde puede sucederle cualquier cantidad de incidentes.

Y sin añadir más el hombre se marchó. Tomas se despidió felizmente de Rufus, dejó lo lamiera una última vez, y le agradeció el helado a su nuevo amigo. Esperaba verlo pronto.

DIVISORRR.png


Diariamente son reportados infinidades de secuestros de niños alrededor del mundo, de accidentes en playas, ferias y parques, donde niños incluso pierden la vida al ahogarse, caerse de altos sitios, tocar artefactos con alto voltaje... sin embargo, la población no intenta prevenir. Los padres siguen relajados, se enfocan en hablar con amistades, en sus teléfonos celulares, e incluso se duermen a la orilla de la playa mientras sus hijos juegan en la arena.

¿Cuando aprenderá la población que prevenir desde casa a veces es más efectivo? Los niños son inocentes, desconocen sobre los pensamientos impuros que pueden tener los adultos y todos los riesgos que existen a su alrededor. Si ellos no saben, nuestra responsabilidad como adultos es protegerlos, simplemente con brindar compañía y atención se pueden salvar muchas vidas.



BANNER.png


Links de las imágenes

Imagen

Divisor y Banner editados por autor, en programa Photoshop Cs5.

Sort:  

Buenas, Su post ha sido propuesto para ser votado a lo largo del día por el witness @cervantes. Un saludo.

CURADORES-01.gif

Estamos dando votos DIARIOS de entre 0.05$ y 0.10$ a todos los que se metan en el TRAIL de @inteligentzia en steemauto.com, aprovecha ahora! Contactame por Discord si necesitas mas informacion

Te dejo un post tutorial: https://steemit.com/spanish/@inteligentzia/unete-al-trail-de-inteligentzia-y-te-damos-votos-diarios-con-valor-de-0-05usd

Buena publicación. Un beso, bonita...

Coin Marketplace

STEEM 0.27
TRX 0.11
JST 0.032
BTC 64579.45
ETH 3101.05
USDT 1.00
SBD 3.83