Tomé la decisión de salir a la luz

El evento de mi graduación fue muy especial. Como siempre digo, las experiencias de la vida son irrepetibles, cada una trae consigo sus propios sentimientos. Si tu quisieras repetir esos momentos sería casi imposible, ya no sería natural o espontaneo. Es por eso que no debemos permitir que esos momentos u oportunidades se nos escapen. La vida en si misma es un aprendizaje que deja huellas imborrables, lo bueno y lo malo son parte del aprendizaje. Obtener un grado académico con sacrificio nos hace valorar mucho más lo que hemos obtenido. Alguien dijo "Si no estás dispuesto a aprender nadie te puede ayudar. Pero si tienes la determinación de aprender, nadie te detendrá."

Mi hijo Gabriel, mi esposo y mi persona fuimos los tres primeros del grupo. Tuvimos muchos desafíos con la electricidad y el internet ya que todo lo hacíamos on-line, el transporte era la parte más difícil pero siempre llegábamos a la clase presencial. Dios contestó siempre nuestra oraciones y podemos decir que vimos milagros.

Ahora tenemos como meta aceptar el desafío de estudiar una carrera en la misma BYU-Idaho. Mi esposo quiere estudiar tecnología automotriz aplicada a los negocios, mi persona desea convertirse en genealogista profesional y mi hijo esta decidiéndose entre dos carreras. Te invito a aceptar el aprendizaje como parte vital de la vida. Siempre tendremos la oportunidad de usar los conocimientos que tenemos, también hay personas alrededor nuestro a quienes podemos ayudar cuando se presenta la oportunidad. Recuerda que cuando decides estudiar eres parte de una multitud oculta que decidió salir a la luz sin importar la edad que tengas.

Disfrutamos de una acto lleno de espiritualidad y alegría. Tuvimos la dicha como graduandos de cantar en inglés a los presentes una canción sobre el amor. Expresamos pequeños discursos de la experiencia obtenida en los estudios. Me llamó mucho la atención que todos los presentes se llevaron fotos de nosotros y nos aplaudieron hasta que se cansaron. Lo que sentí allí nunca lo había sentido en mi vida y no creo que se repita.