16 Maneras sorprendentes de usar la sal

La sal es un producto que siempre está en la cocina, aunque en la edad media costaba tanto que la usaban en vez del dinero. A pesar de que hoy la sal ya no vale tanto, sigue siendo un producto muy valioso que se puede usar de diferentes maneras.

Genial.guru decidió averiguar cuáles son los usos inusales de la sal, y ¡encontramos muchas cosas interesantes!

Prevenir hongos en la cortina de la ducha:

Si lavas la cortina de ducha recién comprada en agua salada, jamás se cubrirá de hongos.

Reducir la inflamación de piquetes de insectos:

Para calmar rápidamente un piquete de mosquito, simplemente humedece un dedo, pásalo por sal y aplícala al área afectada. Más formas de aliviar la comezón de una picadura de insectos aquí.

Devolverles brillo a los trastes de cobre:

La sal es perfecta para limpiar los trastes de cobre. Mézclala con vinagre y harina. O agrégale jugo de limón y frota la superficie que deseas limpiar (más detalles sobre este método aquí). Pero antes de hacerlo, comprueba en un área poco visible cómo funcionará esto.

Hacer que el aceite no salpique:

Agrega un poco de sal en el aceite caliente en la sartén antes de poner ahí tus alimentos. Así el aceite no salpicará a los lados.

Hacer velas que "no lloren":

Para que no se escurra la parafina de las velas, sumérgelas en una solución de agua con sal muy concentrada durante algunas horas. Antes de encenderlas, sécalas bien.

Eliminar olores desagradables del calzado:

Bolsitas de tela llenas de algunas cucharadas de sal ayudarán a eliminar olores desagradables de tu calzado. Simplemente déjalas durante algún tiempo en tus zapatos. O puedes hacer algo aún más fácil: espolvorea la sal por la suela, deja que absorba los aromas, luego sacude el calzado y aspíralo. Lee más trucos para refrescar los zapatos aquí.

Quitar el aroma de cebolla de las manos:

Muchas veces, después de picar cebolla o ajo, en las manos queda un aroma desagradable. Para eliminarlo, enjuaga bien tus manos con agua fría, espolvoréalas con la sal (puedes mezclarla con bicarbonato), frótalas ligeramente y lávalas con agua fría y jabón.