Amor odio
Mi Familia, el arte, la política y la academia; son rincones de contradicciones sublimes; espacios de amor odio. Donde existen las fuentes de motivaciones, las mismas que son razón de país.
Estar, en donde estoy, en un escritorio me hace más amigos y socializo casi a diario con las entidades del futuro, la esperanza humanizada, generan en mí; ansias por defender para siempre los rincones de mi gente.
Amor odio en una cotidianidad que te convierte en cómplice y algunos días en efecto tormenta. Vale la pena seguir luchando en contra de quienes personifican el interés hegemónico, y vale más la pena defender la convicción y el respeto por la universalidad.
Acabo de transcribir en unas cortas líneas; una reflexión de pueblo.
Escrito por Jhon A. Romero.-