El sepulcro de Papá Noel

.(Reliquias de San Nicolás)
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Ahora que ya pasó la navidad podemos reflexionar serenamente sobre este acontecimiento anual. Vamos a centrarnos en la tradición de representaciones catequéticas con figuras y con elementos humanos.

Alguien inventó en Europa, sin ninguna constatación cierta, que la tradición de los belenes con el pesebre y los Reyes Magos la inventó San Francisco de Asís a mediados del siglo XIII.

Yo creo que no, que la tradición es muy anterior, y originaria de Asia, de los primeros cristianos, de San Bartolomé y San Judas Tadeo que fueron a predicar el Evangelio a la antigua Armenia y tierras aledañas, donde además del idioma armenio se hablaban otras muchas lenguas.

La manera de predicar el nacimiento de Cristo era hacer estatuillas y montar los primeros belenes con los pasajes del Evangelio, sobre todo al principio, sin dominar las lenguas de los armenios a los que le predicaban. Las estatuillas eran los medios audiovisuales de los que disponían para su catequesis.

Las distintas persecuciones de los islámicos arrasaron todo, y de Armenia no quedó casi nada. No obstante, los armenios perseguidos que pudieron expandirse por Europa trajeron sus costumbres de montar los belenes el seis de enero, con el palacio de Herodes y los Magos de Oriente en número indeterminado.

Como no quedan documentos escritos, pues los islámicos quemaron todas las bibliotecas armenias durante siglos, se ha olvidado, pero fueron los armenios los que trajeron esas tradiciones.

En Europa fue extendida la devoción a SAN GREGORIO, con fama de santo desde el momento de su muerte en adelante; es decir: desde el siglo IV en adelante, pero desde las primeras predicaciones de San Bartolomé hasta la existencia de San Gregorio ya habían transcurrido cuatro siglos de predicación y de figurillas representando las escenas evangélicas.

(San Gregor Illuminator)

En la Iglesia Cristiana no había más san Gregorio que san San Gregorio Armenio, que es el mismo que San Gregorio Iluminador, y se le llamaba así no porque estuviera iluminado sino porque iluminaba sus escritos con preciosa caligrafía, ilustraciones alegóricas y otras artes gráficas.

Doscientos años más tarde ya le hizo sombra otro san Gregorio que fue papa de la Iglesia de Roma, por eso en Europa se fue olvidando la devoción al primer San Gregorio Armenio, quien no solo con los escritos sino con figurillas extendió la doctrina cristiana por todo el Mediterráneo, de tal manera que siglos más tarde en Italia surgió el antiguo rescoldo de la devoción al primer San Gregorio, y en Nápoles, en el siglo X se le levanta un templo de devoción a San Gregorio armenio. Desde donde se expandió a todo el mundo cristiano la tradición de montar los belenes con el palacio de Herodes y los Magos de Oriente, y transcurrido el tiempo se interpretó el número de diversas formas tres siglos antes de que existiera San Francisco de Asís al que se le ha asignado la creación de la tradición de los belenes.

No obstante la tradición reconstruida del número tres (Reyes Magos) sí que ha sido ininterrumpida desde el siglo XIII. Pero el origen, los primeros que representaron el nacimiento del Niño Jesús en un portal de Belén con la estrella y los Magos adorándolo, fueron los armenios, al lado del monte Ararat, donde hoy se encuentra Yerevan.

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Y también, para los amigos armenios que no tengan tiempo de leer grandes tratados de historia antigua, les diré que San Nicolás, era coetáneo de San Gregorio y vivió muy cerca de la antigua Armenia, en concreto, en lo que hoy es el sur de Turquía, cerca de la Kilikia armenia, y se caracterizaba porque según la tradición oral trasmitida desde el siglo IV, se desposeía de sus pertenencias y las repartía durante la fiesta de la Navidad entre los más necesitados. Los misioneros griegos y armenios que vinieron a cristianizar a los europeos y propagaron su devoción hasta el norte de Europa, y levantaron infinidad de templos bajo su advocación.
Estos misioneros introdujeron la costumbre, en las familias cristianizadas por ellos, de promover la catequesis de la virtud de la caridad con su ejemplo, lo que derivó en que a los niños les dijeran sus padres que San Nicolás les traía regalos por la chimenea en Navidad.
San Nicolás que se decía San Nicolaus, en las lenguas del norte de Europa evolucionó la fonética a Santa Claus . La tradición del santo duró hasta el siglo XVIII en que un pintor inglés lo quiso modernizar y le quitó la mitra y los ropajes de obispo cristiano y se los cambió por un traje rojo con botas negras, y conservó las barbas blancas, hasta que algo más tarde se generalizó en todas las lenguas europeas con el nombre de Papá Noel.

De la tradición de los regalos de los Reyes Magos se perdieron todos los restos por la destrucción de los Islámicos y el genocidio histórico de los armenios. También quisieron quemar los restos de San Nicolás durante las mismas persecuciones, pero los devotos de San Nicolás pudieron llevar por el mar Adriático los restos del santo hasta a ciudad italiana de Bari, y allí levantaron el templo en su honor más importante de todos los levantados en el mundo cristiano.
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La tradición de los regalos a los niños por Navidad, tanto de los reyes Magos como del Papá Noel, tienen nada menos que dieciséis siglos. Ambos.

(Antes de zarpar para el viaje)

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(Llegando al puerto de Bari)
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