Historias invisibles: El señor de los hula hula de la AV. Urdaneta

Caracas es la ciudad del caos con historias vivas en cada esquina.

Hace falta quitar el velo que se nos es puesto por la cotidianidad. Día a día hay historias en la calle, historias que valen oro, historias de verdad. Creo que he dicho esto muchas veces, sin embargo, no valdrá tanto el hecho de decirlo si no se muestra con imágenes, capturas del tiempo que den más fuerza a lo que escribo, aquí es donde aparece la magia de la fotografía, ahí es donde la luz hace su trabajo para ayudar a contar historias.

El rey del hula hula de Caracas

Llevo casi toda mi vida viviendo en Caracas. Desde que tengo memoria recuerdo a un señor cerca de la zona donde vivo haciendo trucos, su arte, con un par de hula hulas. Como todo, es una de esas cosas que si no se le presta atención pasan desapercibidas.

Ayer yo tenía cinco años, quizás, y existen imágenes, borrosas pero ahí están, de este señor en mis recuerdos. Hace algunas horas volví a pasar y para ese entonces yo tenía diez años y aquel hombre estaba en el mismo lugar, haciendo lo mismo. Hace tan solo segundos voltee y mire a este hombre, me alegró verlo, siempre ahí, no le di mucha importancia y seguí mi camino. Hoy a mis casi veinte años de vida sigo viendo a este hombre, ahí, en el mismo lugar, haciendo lo suyo, y aunque se le nota cansado, lo sigue haciendo con amor, es lo único que expide cada vez que el semáforo se pone en rojo y empieza su espectáculo.

Puedo asegurar que este hombre tiene más de veintidós años haciendo su show de hula hulas cada tarde, no estoy seguro del tiempo exacto pero haré todo lo posible por averiguarlo. Por ahora, solo sé su nombre.

Él es José Bestilleiro. Un hombre de avanzada edad que durante décadas se coloca en el mismo punto de la ciudad a hacer lo suyo, a mostrar lo que sabe hacer, a convertir lo poco en mucho. Es un hombre humilde, solo la ropa necesaria, una gorra para cubrirse del sol y una bolsa de plástico con un poco de pan son las cosas que lo acompañan.

Espero que este señor siga aquí dando un poco de luz a quien tenga un instante para mirar. Ayer, mientras pasaba cerca de la zona y le comentaba a mi madre el tiempo que tiene este señor en el mismo lugar de la calle haciendo su arte, mi mente se encapsuló en un millón de preguntas. Empecé a reconocer que este hombre es historia, y es una gran historia ignorada por muchos, está ahí dando luz cada tarde y me pregunté ¿y el día que no esté?

Espero que ese día no llegue pronto y ojalá lo pueda seguir viendo cada vez que pase por el cruce de la avenida. Mientras tanto, desde lo mío y desde mi lente, quiero mostrarle a quien me ve, la historia de José, un señor como cualquiera de nosotros que tiene bien claro el significado de constancia. Una historia invisible, totalmente invaluable, una historia más que calla la sociedad pero que yo, desde las fotos, intento mostrar al mundo.