¡Saludos, queridos lectores!

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He descubierto que me gusta versar historias y por eso aquí les traigo unas décimas que relatan desamores.
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Tres historias de amor mal pagado

Voy a contar tres historias
de corazones partidos
y tiempos descoloridos,
que yo guardo en la memoria.
Sin pena pero sin gloria,
muy joven era Mirella
y le rezaba a su estrella
pa' que a su amado Lucrecio
se le quitara lo necio
y se casase con ella.

Pero no hay amor tortuoso
como Yamilet y Armando
y los cachos con Fernando
y el dolor desventuroso.
Y aunque al principio fue hermoso
se les acabo el dinero;
cual veneno traicionero
es una verdad muy ruda:
que amor con hambre no dura
y ella lo supo primero.

Y si hablamos de dolores
y mal pagados amantes;
no viajemos tan distantes,
yo les cuento estos amores.
Él escuchaba rumores
de su novia y la morena,
las encontró en la faena
y aunque cachos muy modernos,
llevaba tremendos cuernos
y muy grande fue su pena.