También llamado Ajolote, es una especie endémica de México y su nombre proviene de la lengua náhuatl y significa “animal de agua”. Aunque pareciera un pez, esto es erróneo porque es en realidad un anfibio milenario de hábitat completamente acuático que mide aproximadamente 15 cm, posee tres pares de branquias que salen desde la cabeza hacia atrás, además de una cola con aleta y cuatro extremidades o patas que le permite moverse por suelo de los lagos o canales poco profundos con vegetación.

Puede ser confundido con una larva de alguna salamandra o un renacuajo, pero en realidad ellos mantienen su forma hasta alcanzar la madurez y no pasan por la metamorfosis como los sapos. Actualmente es un especie en peligro de extinción debido a muchos factores entre los que se encuentra la pérdida de su habitad, la introducción de otras especias al mismo o su utilización como alimento y obviamente la contaminación.

Es una especie bastante particular puesto que puede regenerar por completo sus extremidades perdidas, así como regenerar partes delicadas con el cerebro u otros apéndices, por tal motivo es utilizado en la investigación científica, donde además se ha descubierto como puede aceptar trasplantes de otros individuos.

El Axolot tiene un color común en las especies silvestre que va desde al marrón oscuro hasta el casi negro, pero en cautiverio pueden ser de colores variados. Los ejemplares albinos tienen la piel bastante clara y las branquias rojas, en este caso el amigurumi que realicé es un ejemplar albino.

Para realizar este amigurumi de tan solo diez centímetros, utilice hilo para crochet de colores rosa claro y rojo fluorescente, aguja o ganchillo Nº 4, relleno sintético y dos perlas negras para los ojos. Vale la pena mencionar que los anfibios por su aspecto no los animales favoritos de muchas personas pero el Axolotl pareciera sonreír, por lo cual lo resulta amigable y hermoso.