Hola querida compañera, te saluda tu escritor favorito; nos hallamos hoy como en huelga, o tal vez peleamos, o tal vez ya no existo, nos vemos arrinconados hoy gracias a las malas casualidades, no creíamos en destinos, hasta que crecían nuestras edades, nos quisimos hasta el cansancio, agotamos nuestros recursos, nos extasiamos con esas manos que hoy son la causa de nuestro difunto, adjunto yace el epitafio, que rezaba que seríamos felices, pero henos acá muriendo y la tristeza echando raíces...
No llores que ya estoy seco, y mojarme en tus lágrimas me duele, no llores que no hay quien consuele, el dolor de la abertura en mi pecho, no te preocupes que esto no es por ti, es por culpa de los que no entendían, que un día hiriendo querían que yo dejara de estar en mí, y he de admitir que fallé, porque muchas veces cedí, y como tantas veces me perdí, apenas contigo me hallé, lo siento por habernos traicionado, pensando que la felicidad estaba tan cerca, disculpa por ignorar tus alertas, y por querer más a otros que a ti, pues tú siempre con la razón en la mano, cuidabas mi espalda a ciegas, me hacías hacer cosas no en vano, y yo aún busco el paraguas para cuando llueva...
Fuente: Pixabay
Hoy tengo sed de venganza, y ni siquiera sé contra quien, no sé si contra la vida, el destino, el tiempo o todos a la misma vez, ¿tú sientes lo mismo que yo? No creo que el ácido baste, he llorado por horas, sin voz, por andar recordando la primera vez que hablaste, ¿por qué me advertías tanto? ¿cómo sabías que pasaría? Tu vaticinio fue peor que lo que yo esperaría, y el resultado fue más de lo que yo aguanto...
Te quise escribir este día, porque quiero saber si aún estás, porque desde un tiempo para acá, te he notado algo esparcida, tantas limitantes encuentro en el camino, y necesito ayuda para sobrepasarlas, ¿qué será de mi si no las esquivo? Creo que sin ti no podré soportarlas, quería saber si aún quieres verme, para que las ganas de seguir no se esfumen, porque la nostalgia cobra fuerza y no duerme, y el dolor a mi alma se desayuna, ¿cómo dejo ir lo que no me suelta? ¿cómo me desprendo de lo que la vida me ha negado? ¡Dime demonios! ¿ya no hay vuelta?...
En ese caso... estoy acabado.
La desmotivación es la peor sensación de la vida, la comida no tiene sabor, los olores se quedan sin esencia, la paciencia se transforma en ansiedad y el tiempo no muestra clemencia. Distraer la mente funciona, pero hay algo que advertir antes...
La depresión es la peor de las tristezas, disfrazada de la mejor de las sonrisas...
como siempre, tus versos y tu lírica tan fluidos como nunca, excelente escrito hermano
Querido Guille, que profundidad hay en la tristeza... Pero cuando se despliega en arte llega a ser un mandato aleccionador ... Mi abrazo😘
Poderosa narrativa, me ha gustado mucho de principio a fin, esos momentos son muy fuertes y nos demuestran todo "lo malo" a la vez, evitando que veamos el más tenue rayo de luz, pero al hacerlo, vemos que hay esperanza de seguir adelante...
Esa luz podemos verla en algún amigo, un familiar, un desconocido, una acción ajena, una música pasajera, unas palabras que posan a nuestro alrededor, cualquiera puede ser ese detonante que nos haga detenernos y encontrarnos, no es nada fácil, pero no estamos solos.
Gracias por compartir artista =)
¡Nunca dejas de sorprender(me)nos con tu talento!
Siempre escondida, siempre esquiva... Pero con el don natural de reverdecer ante la voluntad de verla..! ¡Votado por Engranaje..!
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La desmotivación nos persigue y toca nuestra puerta sin cesar.... El error está en abrirle y dejarla entrar, porque una vez dentro, como cuesta volverla a sacar. Excelentes versos!
@ilazramusic la tristeza suele ser detonante de sentimientos y poner mi puño a escribir sobre el dolor de manera liberadora, aveces consideró que son los muy menos preciamos nuestra tristeza, que no la abrazamos lo suficiente, me encanto dejar una lágrima en ti texto.
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