El Segundo Mundo, un concepto impronunciable.
Con frecuencia sentimos hablar del Primer Mundo. Y con la misma frecuencia del Tercer Mundo. Siempre tratando de contraponer dos ideas absolutamente opuestas. Riqueza y pobreza. Desarrollo y subdesarrollo. Orden y anarquía. Sistemas económicos estables e hiperinflación. La lista es infinita (o casi).
Pero en el medio hay una idea, un concepto, una estructura gramatical, una palabra (o mejor dicho dos) que nadie pronuncia: por qué?
El Segundo Mundo, un concepto impronunciable.
Si tuviéramos que hacer una estadística -de cualquier tipo-, desde lo deportivo hasta lo económico, pasando por lo social, político, etc no vacilaríamos en establecer una serie de prioridades en orden numérico (o también alfabético).
Esa clasificación vería algo ocupando el primer lugar, algo el segundo, algo el tercero y así sucesivamente.
Por qué entonces la idea de pronunciar las palabras o el concepto de Segundo Mundo es tan difícil?
Porque está muy cerca del Primer Mundo (y eso a algunos sectores no les conviene)? O porque está muy lejos del Tercer Mundo (lo cual es antipático también a otros)?
En definitiva, es un juego de intereses para seguir manteniendo la polarización entre dos bloques mundiales y la subsistencia de organismos creados a tal fin (FMI, Banco Mundial, ONU, Unicef, FAO, etc) o es simplemente una cuestion de mentalidad?
El segundo mundo ofrece una lectura fascinante e innovadora de la nueva configuración geopolítica del siglo XXI. La complejidad y la aparición de diversos núcleos de poder son la clave para describir el nuevo orden global.
Estados Unidos, la Unión Europea y China parecen dirigir el nuevo liderazgo. No obstante, la influencia de los llamados países del segundo mundo es cada vez mayor en la conformación de la hegemonía mundial.
Primer Mundo vs. Tercer Mundo
Las nociones que se refieren a los conceptos de Primer y Tercer Mundo han sido empleados desde siempre para referirse a los países en función de su grado de desarrollo y crecimiento económico.
De este preconcepto se ha popularizado la idea que Europa pertenece (casi en su totalidad), junto con Japón, Australia, EE. UU. y Canadá al Primer Mundo. Latinoamérica, Groenlandia, Africa y la mayor parte de Asia al Tercer Mundo.
En lo que respecta a Rusia existen las teorías más dificíles para clasificarla. Especialmente a la CEI (Comunidad de Estados Independientes).
Y el Segundo Mundo?
Todos sabemos, a grandes rasgos, cuáles son los países del Primer Mundo y a qué nos referimos cuando hablamos del Tercer Mundo.
Pero, más allá de los países que integran esas categorías, es interesante conocer el origen de dichas expresiones. Sobre todo porque no tiene nada que ver con el nivel de riqueza de un territorio.
Además, conocemos el primero y el tercero, pero, ¿cuál es el segundo mundo?
Y, más aún, ¿existe un cuarto mundo?
El origen del Tercer Mundo.
El sociólogo francés Alfred Sauvy, en 1952, utilizó por primera vez la expresión de tercer mundo para hacer referencia a los países neutrales durante la Guerra Fría.
Recordemos que este conflicto surgió tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, cuando comenzó una rivalidad entre Estados Unidos y la Unión Soviética: una lucha por el control que enfrentó a la democracia y al comunismo.
La controversia está servida: por un lado, hablar de «tercer mundo» actualmente está desfasado; los antiguos bloques enfrentados ya no existen.
Por otro, tomar como modelo de desarrollo un sistema económico que genera injusticias y desigualdades en todo el mundo tampoco parece una opción aconsejable. Por ello, los términos «tercer mundo» o «países subdesarrollados» son, cuanto menos, controvertidos.
El Primer Mundo, una alianza.
El primer mundo estaba liderado por Estados Unidos e integrado por todos sus aliados, el segundo mundo estaba integrado por los países de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y, finalmente, estaba el tercer mundo, integrado por los no alineados.
Durante la Guerra Fría el mundo estuvo dividido de forma tan clara que todos los países cabían en una de estas tres categorías. En la actualidad esto no es así, aunque sigamos utilizando estas expresiones.
Esto porque comenzamos a utilizarlas como denominadores de la condición económica de una nación, en lugar de hacer referencia a su ideología política y forma de gobierno.
Sauvy acuñó la expresión "tercer mundo" como una analogía del Tercer Estado, el estamento inferior de la sociedad del Antiguo Régimen francés. Bajo ese orden, el Primer Estado estaba compuesto por el clérigo, el Segundo Estado por la nobleza y el Tercero incluía al resto de los habitantes. Se trataba de una jerarquía de clases.
Grado de dsarrollo, ideología política o jerarquía de clases. Cuál es el parámetro justo para clasificar los Estados.
La noción de primer y tercer mundo en la actualidad.
Es lógico que después de la caída de la Unión Soviética en 1991, la noción de segundo mundo perdiera su sentido, ya que los países tal y como eran incluidos en esta categoría no existen más.
Los conceptos de primer y tercer mundo, no obstante, se siguieron utilizando en un sentido diferente al original, pero basados en la propuesta de Sauvy.
El uso actual de estas nociones es mucho más indefinido; no se puede decir de forma exhaustiva cuáles son los países que pertenecen a una y otra categoría. Como las categorías de primer y tercer mundo son mucho más laxas, el uso de estas expresiones se volvió inexacto.
Actualmente nos referimos a primer mundo para designar a los países con un mayor desarrollo económico.
Muchos de estos países también formaron parte de la definición original del primer mundo, mas no son exacta ni necesariamente los mismos.
Por otro lado, cuando hablamos de tercer mundo nos referimos a países pobres, con bajos niveles de industrialización y, en general, un peor desempeño en todos los indicadores, tanto económicos como sociales.
También se les conoce como países "en vías de desarrollo".
Los parámetros para definir el grado de desarrollo de un país.
El desarrollo de un país, en especial el de sus habitantes, no puede reducirse sólo a la cantidad de dinero que ganan cada semana, quincena o mes.
Por ello, en la década de los 90, Naciones Unidas comenzó a a realizar estudios que analizan las condiciones de vida de las poblaciones. Esto con la finalidad de crear políticas públicas que sí cubrieran sus necesidades básicas y que les permitieran tener un estilo de vida estándar.
Así fue como nació el Índice de Desarrollo Humano (IDH), el cual se enfoca en las personas, en sus posibilidades y en las decisiones que toman. Cada país recibe un valor entre el 0.350 y el 1.000, el cual se calcula con fórmulas matemáticas que consideran tres variables: la expectativa de vida, el índice de educación y el índice de ingresos (basado en la Renta Nacional Bruta).
Con esos parámetros, el desarrollo humano posee cuatro categorías:
- Muy alto: de 1.000 a 0.800
- Alto: de 0.799 a 0.700
- Medio: de 0.699 a 0.555
- Bajo: de 0.554 a 0.350
Comparemos a los países que ocuparon las primeras posiciones en el IDH de 2018 con los que quedaron en los últimos lugares. En el primer sitio se encuentra Noruega, con un puntaje de 0.953. Después le siguen Suiza (0.944), Australia (0.939), Irlanda (0.938) y Alemania (0.936).
Al final de la lista, en el número 189, está Níger con 0.354 puntos. En orden ascendente aparecen República Centroafricana (0.367), Sudán del Sur (0.388), Chad (0.404) y Burundi (0.417). Como se puede ver todos ellos se localizan en África; mientras que la mayoría de los considerados como desarrollados están en Europa.
¿Existe un cuarto mundo?
El término "cuarto mundo "como tal no forma parte del sistema de clasificación del cual hemos hablado hasta ahora. A pesar de ser un concepto no oficial, algunas personas y teóricos han comenzado a utilizarlo. Entre ellos se encuentra el sociólogo español Manuel Castells.
Dicha expresión se emplea para englobar a los países o naciones pequeñas que están excluidas del sistema político, social y económico. Es decir, se refiere no sólo a lugares con una baja calidad de vida, sino a aquellos que ni siquiera son reconocidos por el Estado. Esto los lleva a tener grandes niveles de marginalización.
George Manuel fue un líder político e indígena en Canadá, quien dedicó su vida a defender los derechos de su comunidad aborigen. En 1974, Manuel publicó un libro junto con Michael Posluns titulado The fourth world: An indian reality.
En él, los autores proponen al cuarto mundo como una alternativa al orden del primer y tercer mundo. Manuel explicaba que el cuarto mundo sería un sistema en el cual las poblaciones modernas co-existirían junto a aquellas indígenas: ambas respetarían sus respectivos estilos de vida y aprenderían una de la otra, sin intenciones de conquistarlas o de forzarlas a adoptar su cultura.
El mundo es uno solo.
Como vemos, no hay un consenso claro sobre la mejor alternativa para los términos de segundo y tercer mundo. En lo que sí coincide la mayoría es que este calificativo no sólo está desfasado sino que es peyorativo e impracticable.
Cuando le preguntaron en una entrevista a Naom Chomsky que tenían que hacer los estados dominantes expresó:
Detener el modelo dominante, que es el del neoliberalismo. La liberalización de las finanzas está creando un modelo en el Tercer Mundo, con una política fijada por los estados y las multinacionales, con sectores riquísimos, una gran masa de miseria y una población privada de todos los derechos por no contribuir a la producción de utilidades, único valor humano que se reconoce en estos momentos.
Es toda una definición.
Hasta la próxima!
Fuentes.
Economía Digital La Cerca
Scielo
Vix
YouTube
Wikipedia
Bibliografia.
Dos Santos T., « La crisis de la teoría del desarrollo y las relaciones de dependencia de América Latina », en La dependencia política-económica de América Latina, México, 1969.
Pablo Escobar: La invención del Tercer Mundo
Weblinks.
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Muy interesante reflexión y trabajo detallado. Ciertamente el segundo mundo no está muy bien definido
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Es así @volcandemorcilla. Es como si se hubieran olvidado de definirlo.
Bromas aparte creo que, en realidad, siempre han tratado que la brecha (semántica y real) entre dos modelos bien definidos (especialmente económicos) quedara bien en claro. Mientras más ancha sea la grieta entre el Primer y el Tercer Mundo mejor es (para algunos sectores).
Imaginemos un Segundo Mundo que, no necesitara del primero. Y obviamente mucho menos del tercero.
Sería algo así como totalmente independiente (o casi). Sin compromisos políticos ni económicos. Y que reduciría la magnitud del Tercer Mundo ya que los países que lo integrarían saldrían de ahí.
De repente el FMI, la banca mundial, la FAO, la UNICEF, etc. se encontrarían con una porción de mundo más pequeño para acudir. No se por qué, pero no me imagino un mundo así. Aunque sería lo ideal. O lo más cercano a la realidad. Meter en una misma bolsa a países de extrema pobreza con países discretamente desarrollados con obvios problemas económicos no me parece lo más coherente.
Un cordial saludo como siempre y gracias por comentar.